El impacto de la crisis y el retraso de la recuperación económica hacen que la economía sumergida en España se haya estabilizado en torno al 20% del PIB, frente al descenso en otros países como Alemania, Francia o el Reino Unido. España presenta un nivel de economía irregular, igual que el de la media ponderada de todos los países de la Unión Europea, y mientras la economía sumergida alemana se sitúa en el 13% y la francesa y la del Reino Unido en el 10%; Austria y Suiza tienen los niveles más bajos, con el 7% y el 8% del PIB, respectivamente.
Austria y Suiza tienen los niveles más bajos de economía sumergida, con el 7% y el 8% del PIB
Estos datos se desprenden del último documento de trabajo elaborado por la Fundación de Estudios Financieros (FEF), en el que han participado expertos económicos y que analiza los últimos estudios nacionales e internacionales sobre economía sumergida y su impacto en la recaudación. El peso de la construcción en la economía española ha sido uno de las causas del aumento del fraude, tanto laboral como fiscal en España, ya que se trata del sector con mayor nivel de economía informal en la UE de los 27, al representar cerca de un 35% del PIB.
La mayoría de los autores han establecido, además, una fuerte relación, cercana al 80%, entre el nivel de corrupción y el tamaño de la economía sumergida, y aseguran que los países con mayores índices de corrupción presentan niveles más altos de economía irregular. Los analistas indican que las economías mayores en la UE tienen menores porcentajes de economía subterránea que las más pequeñas. De forma que Bulgaria, Croacia, Lituania y Estonia registran una economía irregular de casi el 30% de su PIB.
El peso de la construcción en la economía española ha sido uno de las causas del aumento del fraude
El informe cree que es "poco realista" intentar erradicar por completo la economía no declarada e incide en que el objetivo "decidido" del Gobierno debería ser acercarse a los niveles de los principales países de la UE, porque supondría un impacto en la recaudación de entre 18.000 y 20.000 millones de euros al año, así como un millón de empleos más. "Si el nivel de economía sumergida tendiera a los niveles más bajos en Europa o se redujera a la mitad, sólo en el ámbito laboral se podrían recaudar 21.000 millones de euros", señala el documento. Y es que además prevé que un mayor uso de los contratos a tiempo parcial, de los de formación o de los denominados "minijobs" (empleos de hasta 400 euros al mes por un máximo de 40 horas mensuales) podrían ayudar a erradicar este problema.
En el mismo sentido, aboga por revisar la regulación sobre salarios mínimos y las políticas activas de empleo. En el ámbito fiscal, entre las propuestas del documento destacan la reducción de los tipos marginales en el IRPF y la revisión del régimen de módulos, la eliminación de deducciones fiscales y la reducción del Impuesto de Sociedades, así como la armonización gradual de categorías de productos en el IVA.
El presidente de la FEF, Juan Carlos Ureta, destaca que "tienen más impacto los impuestos directos que los indirectos" en el aumento de la economía sumergida y no ve demasiada incidencia del IVA. No obstante, en este aspecto una de las medidas que se señala para incentivar la contratación de trabajadores es la aplicación del llamado IVA inverso, que se ha utilizado en el sector de la construcción en Suecia, Chipre y Finlandia. De acuerdo a este sistema, es el contratista principal el responsable de cargar y liquidar el IVA, excluyendo a toda la cadena de subcontrataciones.