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Coronavirus Barcelona

El 15% de los locales en Barcelona han cerrado y más del 40% están "con el agua al cuello"

La crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus deja con el agua al cuello a casi la mitad de bares y restaurantes de Cataluña. Un situación que se agrava con las nuevas normas del gobierno catalán que ordena el cierre, al menos, para los próximos 15 días.

Los bares y restaurantes de Cataluña ya se estaban resintiendo por la crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus. A los meses de confinamiento total por el estado de alarma, en la que los locales tuvieron que estar cerrados a cal y canto, se suman ahora las nuevas normas ordenadas por el gobierno catalán para intentar frenar la expansión del coronavirus.

Durante, al menos 15 días, bares y restaurantes tienen que echar el cierre, desde el próximo viernes,porque la evolución de la curva de contagios y hospitalizaciones por el Covid-19 en esta segunda ola es muy preocupante en la comunidad.

Evitar las relaciones sociales

El gobierno catalán sabe que se trata "de medidas extremadamente duras" pero con ellas pretenden reducir la movilidad de los ciudadanos y evitar las relaciones sociales, foco principal de los contagios en este momento.

Adoptan esta medida, esperando resultados, para tratar de evitar restricciones "más severas como pudieran ser el confinamiento total de la población".

Bares y restaurante con el agua al cuello

Los negocios de restauración dicen "sentirse con el agua al cuello". Según datos aportados por Hostelería de España, sólo en Cataluña, hay más de 44.000 bares, restaurantes y cafeterías. Según sus cálculos, con las limitaciones que ya cumplían , en Barcelona el 15% había cerrado y el 40% estaba esperando si la situación mejoraba. Así que si nada cambia, dudan que puedan sobrevivir unas semanas más.

Por eso, ya han anunciado que tienen previsto recurrir ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña las nuevas restricciones. Sólo les permiten durante estos 15 días, el servicio a domicilio y el habilitar una zona para compra de comida y bebida pero se prohíbe que despachen a los clientes en el interior o las terrazas de sus locales.

Los dueños de estos negocios se quejan de que los gastos siguen siendo los mismos: "alquiler, luz, agua" y ven inviable soportar esta nueva situación.

Ya hay una sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid y que podría crear precedente en el que da la razón al propietario de uno de estos locales "que no podía hacer frente al alquiler".

Según varios asesores jurídicos, mientras el local esté cerrado "no tendría que pagar la renta que aparece en el contrato".

Sólo eso supondría un alivio para muchos empresarios que ven peligrar sus negocios.