Pese a la
reducción de tres décimas en marzo del déficit público, el déficit del Estado
sube en abril hasta el 1,25 % del Producto Interior
Bruto. El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, ha defendido que es "perfectamente factible y compatible" acometer la reducción del IRPF que anunció el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, con el cumplimiento de los objetivos de déficit público pactados con Bruselas, siempre que se mantenga el ritmo de crecimiento de la economía española.
"La reducción de impuestos que plantea (el PP) es perfectamente factible y compatible. El truco es mantener el crecimiento de la economía. No tenga la más mínima duda de que será posible compatibilizar el objetivo de déficit con la bajada de impuestos", ha indicado De Guindos.
El ministro en funciones ha respondido de esta forma a las preguntas de la prensa durante un encuentro informativo organizado en la Casa de América junto al ministro de Hacienda y Finanzas Públicas de Argentina, Alfonso Prat-Gay.
Según De Guindos, si se mira el programa de estabilidad que el Gobierno envió a Bruselas en abril, ya se observa que el déficit público se situará por debajo del 3% en 2017 y en 2019 ya se situará en el 1,5% del PIB y sin tomar medidas adicionales, simplemente por el ciclo económico y por el crecimiento del PIB que se espera para esos años. "Es perfectamente ajustable y coordinable el objetivo de reducción del déficit con esa rebaja del IRPF", añadió.
Cuando no era posible, añadió el ministro, era con un déficit por encima del 9% del PIB como había en 2011, lo que obligó al Gobierno a subir los impuestos. Ahora, en cambio, destacó que la economía española va a crecer en el primer semestre por encima del 3%, los datos de empleo son "positivos", la inflación es negativa y hay superávit de la cuenta corriente.
"Hay un cambio estructural del comportamiento de la economía española, que ha reducido el peso de la construcción en el PIB y las exportaciones son las que han ocupado ese lugar", indicó De Guindos, tras insistir en que España puede crecer en el entorno del 2,5% en los próximos años, lo que hará posible la rebaja del IRPF que, además, es lo que está pidiendo Bruselas: reducir la fiscalidad del factor trabajo.