En el ámbito económico, la situación es muy grave, como ya saben. Pero estos últimos días ha habido algunas señales que animan a un cierto optimismo, aunque con mucha prudencia. Vean, por ejemplo, cómo la prima de riesgo española se disparó a finales de marzo y también durante el mes de abril. Pero vean cómo la curva nos ha devuelto a donde estábamos antes del confinamiento, a 83 puntos básicos. Otra buena señal es que la bolsa ha tenido su mejor semana desde principios de la anterior crisis económica.
Tras un parón sin precedentes todo se pone en marcha muy lentamente o no tanto. Llaman la atención del gasto con tarjeta de crédito, desde el confinamiento su consumo ha caído un 60%, pero en mayo con la fase 1 de la desescalada por el coronavirus el retroceso fue solo del 14%, e incluso los que estaban en fase 2 de la desescalada gastaron un 8% más que el año anterior.
Fernando Tomé, profesor de economía en la Universidad de Nebrija, señala que "podríamos esperar que la salida de la crisis del coronavirus también sea brusca".
La anterior crisis del sector inmobiliario fue uno de los más afectados, en esta ocasión se ha paralizado la venta pero no se han desplumado los precios. Según el BBVA el impacto en la vivienda será menor y más breve.
La clave de los expertos está en recuperar pronto la confianza, y los inversores lo empiezan a hacer, el Ibex 35 desde mediados de mayo ha recuperado ya el 25% de su valor aunque será una recuperación desigual entre los sectores. Ya que algunos sectores como el comercio electrónico se ha visto incrementado sus beneficios, al contrario que en el turismo y el ocio.