El Gobierno de España ha aprobado este viernes un ingreso mínimo vital para situaciones de pobreza severa, con el objetivo de llegar a 850.000 familias y beneficiar a 2,3 millones de personas. Esta renta es una ayuda que va desde 462 euros, adulto sin hijos a 1.015, familias con más de 3 hijos.
El ingreso mínimo vital es un complemento, es decir, que si a una persona le corresponde los 462 euros, pero ya recibe otra ayuda o un salario de 300, el Estado sólo abonará la diferencia.
Diego es uno de los más de dos millones de personas que recibirá esta renta. "No cobro ayuda, ni paro, no cobro nada y somos dos personas", dice entre lágrimas.
Desde hace dos meses, cuando se decretó el estado de alarma por coronavirus, llena la nevera gracias a una asociación de su barrio. El ingreso mínimo vital le dará un respiro pero lo que quiere es trabajar: "soy camarero, barrendero... lo que haga falta, yo pido un trabajo digno lo que haga falta".
Otro ejemplo es Rocío, que se encuentra en la cola de este banco de alimentos. Ella y su marido están en paro, con dos hijas de 4 y 10 años.
Ha tenido que mudarse a casas de sus suegros porque no tiene para el alquiler. "Necesito mi casa, necesito que mi marido tenga un trabajo", reconoce. Reciben una ayuda de 400 euros y ya ha empezado a hacer cálculos para saber si podrá cobrar algo más el ingreso mínimo vital.
"Debemos meses de alquiles, facturas", asegura Ricardo, otro de los afectados por la crisis del coronavirus. Tiene un hijo pequeño y ningún sueldo, por lo que podría optar a una renta de 887 euros.
El ingreso mínimo vital aprobado este viernes por el Consejo de Ministros supondrá un alivio para miles de familias en situación de extrema necesidad.
