Más de un millar de 'indignados' lusos regresaron este sábado a las protestas en Lisboa contra las medidas de austeridad del Gobierno conservador portugués, que cumple un duro programa de recortes a cambio de recibir un préstamo internacional.
La concentración, que transcurrió entre la céntrica plaza de Marqués de Pombal hasta el Parlamento luso en Sao Bento, registró leves incidentes entre el grueso de la manifestación y un pequeño grupo de cariz nacionalista.
La policía anti-disturbios tuvo que intervenir para calmar los ánimos y evitar mayores confrontaciones. La llamada plataforma social '15 de octubre', heredera del movimiento luso 'Geracao á rasca' (Generación en apuros), encabezó la marcha que llevó mensajes contra el pago de la deuda y los recortes sociales.
Entre ellos, destacaron algunos alusivos a unas recientes declaraciones del presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, quien comentó que las pensiones que acumula (1.300 euros mensuales, según sus cálculos) "casi seguro que no van a ser suficiente para pagar" sus gastos.
"¡Cavaco pobrecillo! Puedes emigrar", se leyó en algunos carteles de los participantes, quienes justificaron sus duras críticas a las manifestaciones del Jefe de Estado al considerarlas inoportunas por existir jubilados que apenas ganan 400 euros en Portugal.
Nacido el pasado año, el movimiento ciudadano '15 de octubre', que engloba a 41 movimientos independientes, rechaza también la falta de representatividad del actual sistema democrático y el sometimiento de la política a los intereses económicos.
Mensajes contra el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea (UE), que han prestado 78.000 millones de euros a Portugal para evitar la bancarrota, y consignas en protesta por el alto desempleo completaron la manifestación.
Según los últimos cálculos oficiales, la economía en Portugal podría agravarse en 2012 al contraerse un 3,1 % y la tasa de desempleo del país crecería hasta cerca del 13 %. Portugal, que atraviesa la peor recesión de los últimos 30 años, debe de reducir su déficit discal una tercera parte, hasta el 3 %, en los próximos tres años, con el objetivo de cumplir con las exigencias de Bruselas y el FMI a cambio de seguir recibiendo el préstamo de 78.000 millones hasta 2013.