España se apunta al 'Black Friday'

Una decena de trabajadores lleva desde las cuatro de la madrugada ordenando y colocando juguetes. En la tienda de Madrid que visitamos no dan abasto y utilizan la mejor técnica para atraer al cliente: los precios y las ofertas. Trabajan sin intermediarios y prácticamente con márgenes de ganancias mínimos.

Cuando todavía faltan cuarenta minutos para abrir, los clientes ya se agolpan impacientes en la entrada. Hay tanto público que incluso algún día ha tenido que intervenir la Policía para poner orden. Una vez dentro, lo que más se mira es el precio.

Sin embargo, no sólo las jugueterías trabajan casi a destajo. El comercio ha importado una tradición muy americana: el 'Black Friday' o viernes negro. Es un día dedicado al consumismo con grandes reclamos: rebajas y promociones para animar la precampaña navideña.

El próximo lunes se celebrará otra tradición importada, el 'Cyber Monday': más ofertas, pero en esta ocasión son cibernéticas.