La colocación ha cubierto de sobra el objetivo de la emisión, que oscilaba entre 2.000 y 3.000 millones de euros, en tanto que la demanda de las entidades ha sido muy elevada -9.079 millones de euros-, con lo que el ratio de cobertura o proporción entre la demanda y el importe adjudicado ha sido muy alto, de 2,9 veces.
De los 3.048 millones adjudicados, 1.628,02 lo han sido a tres meses con un interés marginal del 2,65%, y los 1.420 millones de euros restantes a seis meses con una rentabilidad del 3,95%. En la anterior subasta de letras a este plazo España colocó 3.077 millones de euros con un interés marginal del 2,5% para las letras a tres meses y del 3,369% para las de seis, también los más elevados desde noviembre.
Según los analistas, pese a que se trataba de una emisión a corto plazo, las fuertes presiones que soporta en las últimas semanas la deuda soberana española convertían la emisión de hoy en una auténtica prueba de fuego para España. En los últimos días, el nivel que ha alcanzado en el mercado secundario el rendimiento del bono español a diez años -por encima del 7,5%-, cuyo diferencial con el alemán mide el riesgo país, situaba a España claramente en zona de rescate. De este modo, los expertos alertaban de que una demanda muy floja o una escasa colocación podrían perjudicar la imagen de España ante los inversores, porque en las últimas emisiones de deuda la proporción entre la demanda y el importe finalmente adjudicado se ha ido reduciendo.
En esta ocasión el ratio de cobertura ha sido muy elevado, casi tres veces, y ha crecido respecto a la anterior emisión española, cuando fue de apenas 2 veces. Tras alcanzar ayer un máximo histórico intradía por encima de 642 puntos básicos y cerrar la sesión en su nivel más alto desde la creación del euro, la prima de riesgo de España apenas reaccionaba a la emisión española y era tras la puja de 628 puntos básicos, prácticamente igual que en la apertura de la sesión. Más relevante será la próxima emisión del Tesoro, el próximo jueves 2 de agosto, de bonos de los que aún no se conoce ni el plazo ni el importe. Tal y como ocurrió el año pasado, el Tesoro ha anunciado su intención de no convocar la subasta de obligaciones prevista para el 16 de ese mes, pero sí las de bonos del día 2 y las de letras de los días 21 y 28.