El Tesoro Público ha adjudicado 5.500 millones de euros en letras a 12 y 18 meses con el menor interés marginal desde octubre de 2010, en la primera emisión tras la rebaja aplicada el pasado jueves por la agencia de medición de riesgos Moody's a la deuda soberana española.
Así, España ha colocado 3.972,08 millones de euros en letras a doce meses con un interés marginal del 2,178%, y 1.528,63 millones de euros a 18 meses con una rentabilidad del 2,50 %. La demanda de las entidades ha rozado los 14.800 millones de euros, de nuevo muy por encima del objetivo de la emisión, que oscilaba entre 5.000 y 6.000 millones de euros.
En la anterior subasta de letras a 12 y 18 meses, que tuvo lugar el 15 de febrero, España adjudicó 6.170 millones de euros y redujo también su interés marginal respecto a la emisión precedente, en ambos casos por debajo del 3 %, hasta el 2,463 % para las letras a un año y hasta el 2,950 % para las de 18 meses.
La desconfianza de los inversores sobre la deuda soberana española sigue reduciéndose tras el pequeño traspiés que supuso la subasta de letras a tres y seis meses celebrada el 22 de febrero. Ese día, España tuvo que subir el rendimiento de su emisión y rompió una racha de cinco pujas consecutivas en las que había logrado reducir la rentabilidad.
Posteriormente, el 3 de marzo, el Tesoro adjudicó 3.798,74 millones de euros en obligaciones a tres años y en bonos a cinco años y logró reducir casi dos décimas el interés de éstos últimos, que pasó del 4,590 % al 4,408 %.
Los efectos del terremoto de Japón desviaban en parte la atención de los inversores sobre la deuda soberana de los países periféricos de la Unión Europea (UE), cuyos diferenciales con el bono alemán a diez años -que mide la prima de riesgo país- experimentaban moderadas subidas.
A ello contribuía también el acuerdo parcial alcanzado en la madrugada del sábado por los líderes de la UE sobre la ampliación del fondo de rescate para los países con problemas. La prima de riesgo de España sumaba un punto minutos después de celebrarse la emisión y se situaba en 210 puntos básicos, por encima de los 209 de la apertura, pese a que el rendimiento del bono español caía al 5,214 % desde el 5,226 % de primera hora.
El resto de diferenciales de países periféricos también subía ligeramente, hasta 422 puntos básicos el de Portugal -desde los 412 con los que concluía la víspera-, a 923 puntos básicos el de Grecia, y a 616 el de Irlanda.
Los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) relativos a España también se encarecían ligeramente y a media sesión suponían 240.500 dólares anuales para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares en bonos españoles a 10 años, por encima de los 238.910 dólares de la apertura.