Los socios de España en el Eurogrupo asumen que el país, que sigue con un Gobierno interino tras la doble celebración de elecciones, no podrá entregar a tiempo el presupuesto de 2017, por lo que esperan unas cuentas prolongadas y advierten de que el próximo Ejecutivo tendrá que hacer ajustes para reducir el déficit.
"Está claro que, en el contexto político actual, vemos ciertos límites sobre lo que es posible hacer, pero por supuesto esperamos que envíen antes del 15 de octubre un proyecto presupuestario sobre la base de no (incluir) cambios en las políticas", dijo el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, tras la reunión del Eurogrupo informal celebrada en Bratislava.
El ministro español de Economía, Luis de Guindos, ha asegurado a sus socios que así lo hará y que también enviará antes del 15 de octubre las pruebas de que España va a tomar medidas efectivas para reducir el déficit, como le exigen sus socios de la zona del euro.
En concreto, el Gobierno quiere lograr que el Congreso apruebe en las próximas semanas un decreto de modificación del impuesto de sociedades con el que el que espera recaudar 6.000 millones de euros adicionales este año. No obstante, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha advertido de que los problemas presupuestarios de España "no se han evaporado" -aunque haya eludido una multa por incumplir la disciplina fiscal- y de que el próximo Gobierno tendrá que tomar nuevas medidas de ajuste.
La Comisión Europea propuso en julio no multar a España pese a que cerró 2015 con un déficit del 5,1% del PIB, incluidas las ayudas a la banca, en lugar del 4,2% comprometido, una decisión no exenta de polémica que logró la luz verde de los socios europeos. Pese a ello, "cualquier nuevo Gobierno en España todavía tendrá que volver a poner el presupuesto en el buen camino", recalcó Dijsselbloem.
España logró también dos años adicionales, hasta 2018, para rebajar su déficit por debajo del máximo europeo del 3%, para lo que tendría que llevar a cabo un ajuste de 10.000 millones de euros en los dos próximos ejercicios. El presidente del Eurogrupo recordó que la Comisión aún debe tomar una decisión sobre la posible congelación de los fondos europeos al país a partir de 2017, si no actúa para reducir su desvío.
España confía en que la modificación del impuesto de sociedades sea suficiente para demostrar a sus socios su buena voluntad, algo que Moscovici dijo no estar aún en posición de asegurar. "Es importante que tengamos un borrador presupuestario sin cambios políticos y hemos tomado nota de que De Guindos se ha comprometido a que las medidas fiscales y presupuestarias previstas sean votadas" en el Congreso, añadió el comisario.
Defendió que la suspensión de fondos no es "discrecional" y que ésta "podría ser levantada en el caso de que las medidas necesarias se tomen", si los esfuerzos que acomete el país "son sustanciales y suficientes". También dijo que la Comisión espera mantener "cuanto antes" los contactos con la Eurocámara exigidos antes de tomar una decisión. Moscovici se declaró "harto" de las "acusaciones" que ha recibido la Comisión Europea en torno a la polémica decisión de cancelar la multa a España, proceso en el que aseguró que la institución, "que es política, pero no politizada", actuó sin presiones, aunque en contacto con los Gobiernos.
No obstante, el miembro francés del Banco Central Europeo (BCE), Benoît Coeuré, lanzó una advertencia en presencia del comisario respecto al peligro de no ser consecuente a la hora de tomar decisiones sobre disciplina fiscal. "Debemos seguramente evitar una situación aquí en la que las reglas no se apliquen de manera transparente, consistente y predecible. Porque esto pondría la credibilidad de todo el marco fiscal en riesgo", añadió Coeuré, quien dijo que esto entorpecería una mayor integración de la zona del euro en un futuro.