El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha afirmado que el año pasado el Estado recaudó 4.800 millones de euros más de los grandes contribuyentes gracias a las subidas fiscales que aprobó el Gobierno, y ha defendido que todo ese tipo de medidas han sido "ponderadas".
Durante la sesión de control al Gobierno en el Pleno del Congreso, el titular de Hacienda ha recordado que al inicio de la legislatura había una "manifiesta insuficiencia tributaria" a la que su equipo hizo frente "de manera equitativa y ponderada".
"De este modo, el aumento de recaudación en 2012 vino, en más de 4.800 millones de euros, del endurecimiento de las condiciones tributarias de los grandes contribuyentes a través de cambios en la normativa fiscal dirigidos a promover el desapalancamiento de las grandes empresas", ha apuntado Montoro.
Reconocimiento en bolsa
De hecho, a su entender la prueba de que sus decisiones han surtido efecto es que "la mayoría, casi la totalidad, de las grandes empresas españolas tienen hoy el reconocimiento a sus planes de desinversión en Bolsa en forma de recapitalización bursátil".
"De manera que las medidas tributarias estaban perfectamente bien orientadas a recaudar más, pero también han contribuido a promover una política tributaria que está dando buen resultado, como muestra el reconocimiento en Bolsa de las grandes multinacionales españolas, que pueden tener la capacidad financiera para seguir expandiéndose en el mundo y, a la vez, favorecer el ahorro de los españoles a través de su recapitalización", ha insistido.
Ante estos buenos resultados, Montoro ha "lanzado una pregunta al aire" sobre "por qué estas medidas tributarias no las tomó el anterior Gobierno socialista". "¿No conocían la bajada de la recaudación y el tipo efectivo del gravamen de los grandes contribuyentes en España?", se ha preguntado.
Por su parte, la portavoz 'popular' de Hacienda en el Congreso, Ana Madrazo, ha aprovechado la pregunta para felicitar al ministro por su gestión ante una situación de ingresos "realmente crítica" cuando llegó al Gobierno y ha destacado que "gracias a unas previsiones de ingresos sensata y rigurosa, y a la adopción de medidas difíciles y valientes" en materia fiscal se ha conseguido "reducir el déficit estructural nada más y nada menos que en tres puntos del PIB, lo que ha recuperado la credibilidad internacional" de España, que se había "perdido con los gobiernos socialistas".
