CRISIS ENERGÉTICA

Europa se rebela contra los precios disparatados del gas: "Necesitamos actuar ya"

La Unión Europea debate cómo rebajar los desorbitados precios de la luz. Bruselas ha lanzado una batería de propuestas de calado para intervenir el mercado. España presume de que todas ellas son las ideas que viene defendiendo desde hace un año. Pero el consenso europeo en el diagnóstico, tiene fisuras cuando se habla de encontrar soluciones concretas.

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"Nuestros ciudadanos están desesperados, tenemos que encontrar soluciones", es la cruda realidad que ha mostrado la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, a su llegada al castillo de Praga. Los líderes, reunidos en la República Checa durante dos días, tienen claro que son necesarias más medidas para atajar unosprecios de la luzque siguen disparados. La artillería utilizada hasta ahora no ha sido suficiente.

La Comisión Europea ha presentado una batería con nuevas propuestas. Desde fijar un tope al precio del gas que importamos desde fuera de la Unión, a poner en marcha las compras conjuntas de gas, o hasta extender a toda la UE el mecanismo utilizado en España y Portugal, la conocida como "excepción ibérica".

La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, ha dado un paso adelante con ideas innovadoras que hace unos meses no figuraban en su hoja de ruta. Un movimiento que refleja la preocupación que hay en Bruselas por las consecuencias de la guerra. Hasta el punto de que Von der Leyen incluso aspira a reformar de manera estructural el mercado eléctrico comunitario, en el medio plazo.

Una hoja de ruta marcada por España

La delegación española presume de que las nuevas propuestas son muy parecidas a las que lleva meses defendiendo, incluso desde antes de que comenzara el conflicto en Ucrania. Fuentes de Moncloa aseguran que "España ha ido marcando el camino". Y que "ahora nos movemos en la dirección correcta con decisiones que de verdad van a intervenir en el mercado".

El precio a pagar por estas medidas es importante. La presidenta de la Comisión ha adelantado que, a cambio de este tipo de regulación, habrá que intensificar el ahorro energético en todos los países. "Es necesario reconocer los riesgos que implica un tope en los precios del gas y establecer las salvaguardas necesarias. Será necesario fijar unas obligaciones de ahorro más exigentes", ha alertado Von der Leyen.

Estas discrepancias hacen que el debate en el plenario no sea nada fácil. Hay varios estados miembros, como Alemania o Países Bajos, que se niegan a aplicar medidas tan intervencionistas. Temen que fijar un tope al precio del gas provoque una fuga de proveedores y, por tanto, riesgos en el suministro. Alemania sabe que necesita asegurarse de que su potente industria no sufrirá cortes durante el inviernoy, por eso, lleva semanas bloqueando el acuerdo. El primer ministro de Polonia, harto de tanto veto, ha criticado que "la política energética comunitaria no se puede dictar desde Berlín".

Enfrentamiento por el Midcat

Donde España no se mueve tan cómoda es a la hora de negociar sobre el gasoducto Midcat, una tubería que uniría Francia con la península ibérica y que daría muchas opciones a España para enviar al resto del continente el combustible que recibimos por barco en nuestros puertos.

El presidente Macron ha vuelto a descartarlo de manera tajante, pero fuentes de Moncloa insisten en que van a seguir defendiendo que se trata de un "proyecto europeo, no solo español" y por eso tiene interés para toda la UE.

Se reduce la dependencia de Rusia

La mejor noticia para la Unión Europea es que se ha conseguido reducir enormemente la dependencia energética de Rusia. El suministro ha disminuido del 41% de antes de la guerra, hasta el 7,5% ahora, solo en 7 meses. Para compensarlo, los europeos han apostado por mayores importaciones de GNL (barcos metaneros) con proveedores mucho más seguros como EEUU o Noruega.

Estos movimientos dejan los depósitos de almacenamiento de gas en la UE en un 90 %, una cifra excelente que supone un 15 % más que el mismo día del año pasado. Se ha hecho mucho trabajo pero Europa sabe que quedan todavía semanas complicadas por delante. Los meses de invierno acaban de empezar.

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