Los niveles alcanzados por la prima de riesgo esta semana han hecho saltar todas las alarmas por el futuro de la economía española. Muchos se preguntan por qué este indicador se encuentra en máximos históricos. Para esta cuestión, dicen, no hay una respuesta fácil. Sin embargo, los expertos coinciden en apuntar como factor clave a la delicada situación política en nuestro país, sobre todo, porque todavía sigue la incertidumbre por las próximas elecciones del domingo.
Es difícil pronosticar el tiempo exacto que España puede aguantar en zona de rescate, pero los analistas aseguran que la situación no podrá resistir durante mucho tiempo. El porcentaje de deuda sobre el PIB de España es "sólo" del 70%, pero el tipo de interés que tenemos que pagar para que financien nuestro déficit empieza a ser de un nivel insostenible a largo plazo.
El Banco Central Europeo (BCE) ha logrado rebajar los datos por debajo de la agobiante cifra de 500 puntos. Entonces, ¿es el BCE la solución? Efectivamente, según los expertos en economía, daría tranquilidad a los mercados que el BCE pudiera hacer de prestamista de último recurso. Con estas actuaciones, el mensaje que se está mandando es que se necesita una especie de sistema como el de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Y con este panorama, ¿qué debería hacer España? Como en todas las economías, incluso las domésticas, la solución es "simple". Necesitamos un mayor nivel de ingresos y un menor nivel de gastos. También ayudaría, dicen los analistas, que el gobierno resultante de las próximas elecciones acometiese unas reformas que sean aceptadas y generen confianza en el mercado lo que, a la larga, permita acabar con la situación de déficit e incluso llegar al nivel del superávit.
