Girasoles
La falta de lluvia y las altas temperaturas arruinan las cosechas de girasol
Varios agricultores han perdido el 75% de la cosecha por la falta de lluvia y las altas temperaturas de verano.
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Cuando la Unión Europea permitió sembrar en superficie de barbecho para luchar contra la escasez de cereal y girasol muchos agricultores optaron por esta última planta. Es muy resistente y necesita poco abono. Lo que sí requiere es de agua de lluvia algo que ha escaseadodurante este verano. Por eso, estos días, en los campos de girasol abundan las plantas de un tamaño raquítico y secas.
A simple vista da la sensación de que los campos de girasol han ardido cuando en realidad lo que vemos son las consecuencias de la sequía y las continuas olas de calor de los últimos meses.
Pocos girasoles y de tamaño inferior
Juan Luis es agricultor en la localidad riojana de Uruñuela nos asegura que han germinado pocos girasoles y de un tamaño muy inferior al habitual. La mitad de altos. Además señala que muchos apenas han producido pipas. Él decidió probar a sembrar esta planta por primera vez por la escasez provocada por la guerra de Ucrania. Todo prometía una buena rentabilidad y, además, de esta manera colaboraba para paliar esa escasez.
Sin embargo como consecuencia del calor del verano nos asegura que ha perdido el 75% de la cosecha. Una cosecha normal podía dar unos 2.500 kilos por hectárea y él tan solo ha recogido entre quinientos o seiscientos kilos.
Como en La Rioja también en Álava muchos apostaron por este tipo de plantación. Uno de ellos es David Gómez. Nos muestra con resignación una gran cantidad de plantas de girasol muertas. El resultado ha sido desastroso. A la sequía además hay que sumar el aumento en el coste de producción. Calcula que ha perdido el cincuenta por ciento del rendimiento.
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Muchos se plantean no repetir. La gran esperanza amarilla les ha arrastrado a un presente negro.
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