Mecánicos

La falta de mecánicos provoca una crisis en el sector: "Llegué a cerrar el taller por falta de personal"

Muchos buscan ya opciones fuera de España para hacer frente a la alta demanda de reparación de vehículos en España.

Un trabajador en el taller

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El parque móvil de España ha envejecido y eso se nota en los talleres. "Arreglas un coche y entran por la puerta tres, el parque es viejo, la demanda es mayor y no podemos con todo". Es lo que nos dice Miguel Fernández, propietario de Automóvil, en Boiro, A Coruña. Él ha buscado empleados "debajo de las piedras" y, por ahora, sin solución. "Estoy por traer a una persona de 55 años que sé que necesita trabajar, para formarlo yo y, al menos, cubrir la demanda".

En su taller encontramos vehículos que llevan meses sin poder ser reparados porque no tiene personal para ello. "Hacen falta chapistas, necesitamos mecánicos, no hay pintores… Y lo que hacen algunos es quitarle el personal a otros talleres a base de dinero". Es decir, el trabajador al mejor postor.

De ello sabe mucho Olga Ramos, de Neumáticos Soto, en Rianxo (A Coruña). Llegó a cerrar su negocio durante 20 días por falta de personal. Pasó de mayo a septiembre buscando a un nuevo integrante de su plantilla y, cuando ya lo consiguió, se dio cuenta de que precisaba otro. "Debe hace unos 20 días que empecé a publicar ofertas porque necesitamos un mecánico. Me ha llegado un total de un currículum", explica.

A pocos kilómetros nos encontramos el taller de Martín, de J. Redondo en Outes (A Coruña). Su empresa está compuesta de 12 trabajadores, cobran, como mínimo, un sueldo de 2.000 euros mensuales- además de las horas extra- y su facturación es de 2 millones de euros. "A priori, con esas cifras, dirías que nos va bien. Pero no, necesito gente y no encuentro", lamenta.

Pasó meses renovando la plantilla y, a día de hoy, se ha dado por vencido buscando empleados nuevos en España. "Habrá que buscar en el extranjero, sobre todo en Uruguay, Colombia y países de esa zona del mundo", explica. Junto a él se encuentra su hijo, Gabriel, de 21 años. "Soy el más joven del taller y sé que no a todo el mundo le atrae este mundo. Muchos prefieren estudiar más y especializarse, pero la demanda ahora es esta", nos dice.

Una mayor carga de trabajo, porque se compran menos coches y se busca reparar los antiguos, y una falta de personal porque muchos jóvenes no han encontrado atractivos los oficios técnicos.

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