El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha proyectado que el PIB del Reino Unido restaría entre un 1% y un 3,7% en 2017 a su crecimiento económico como consecuencia del Brexit, la eventual salida de la Unión Europea (UE); y la inflación repuntaría a entre el 2,6% y el 4% el próximo año.
Sin cambios, el Fondo prevé un crecimiento estimado del 2,2% para 2017, y calcula dos posibles escenarios: de impacto limitado (que prevé una salida suave y un acuerdo similar al de Noruega con la UE) y de impacto adverso (ruptura total con la UE e incumplimiento de la normativa de la Organización Mundial de Comercio).
De cara a 2018, la sustracción en el crecimiento sería de 1,3% en el limitado y de 5,2% en el adverso, señaló el Fondo en su análisis anual de la economía británica. La inflación, por su parte, se duplicaría en 2017 en el escenario más desfavorable del actual 1,9% proyectado al 4%; y en menor medida en el limitado, hasta el 2,6%.
Asimismo, los técnicos del Fondo calculan una depreciación de la libra esterlina del 5% y el 15%, según el escenario, lo que "supondría un desafío" sobre la política monetaria del Banco de Inglaterra. Sobre los socios europeos, los más afectados serían Malta, Irlanda, Chipre, Holanda y Bélgica, por su mayor vinculación comercial y financiera, apuntó el organismo dirigido por Christine Lagarde.
En la UE, la salida del Reino Unido provocaría una reducción de entre el 0,2 y 0,5%; y dado el peso importante de la economía británica, de entre el 0 y el 0,2 % en PIB mundial en 2018. Precisamente hoy, en un discurso en Viena, Lagarde afirmó que la economía del Reino Unido se ha beneficiado de la pertenencia a la UE.
"No solo ha hecho del Reino Unido una economía más rica, sino también lo ha hecho un país más diverso, más excitante y más creativo", agregó. Los británicos decidirán el próximo jueves 23 en referéndum si se mantienen en la UE u optan por romper con el bloque europeo, y las últimas encuestas dan una ligera ventaja al Brexit.