El FMI aportará en torno a 1.000 millones de euros, al paquete de rescate de 10.000 millones de euros que recibirá Chipre y en el que también participan la Unión Europea y el Banco Central Europeo (BCE).
"La contribución del FMI se llevará a cabo a través de un préstamo a tres años por importe de 891 millones de derechos especiales de giro (unos 1.000 millones de euros), equivalentes al 563% de la cuota de Chipre en la entidad", anunció la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, quien espera que el préstamo sea aprobado en mayo por el consejo ejecutivo de la institución.
La máxima responsable de la institución internacional destacó que las autoridades chipriotas han propuesto "un ambicioso programa multianual de reformas para hacer frente a los desafíos económicos que tienen por delante", cuyos objetivos predominantes son estabilizar el sistema financiero, lograr la sostenibilidad fiscal y apuntalar la recuperación económica para preservar el bienestar de la población.
A este respecto, Lagarde señaló que el plan se cimenta sobre las medidas adoptadas recientemente, después de abordar la situación de los dos mayores bancos del país con la intención de no añadir cargas adicionales a los contribuyentes y mantener la carga de la deuda pública en una senda sostenible.
Saneamiento del sector financiero
"De manera importante, los depositantes garantizados (que representan cerca del 95% de las cuentas en los dos bancos afectados) han sido protegidos completamente", indicó la exministra francesa de Finanzas, que destacó también el plan de consolidación fiscal introducido por las autoridades chipriotas y la reforma de las pensiones y de la negociación salarial.
Asimismo, de cara al futuro, la directora del FMI apuntó que el programa de ajustes descansa sobre dos pilares fundamentales, como son el saneamiento del sector financiero minimizando el coste para el Estado, así como la consolidación presupuestaria del país.
Respecto a esta cuestión, Lagarde destacó que las nuevas medidas contemplan un esfuerzo adicional de ajuste equivalente al 2% del PIB, incluyendo la subida del impuesto de sociedades desde el 10% al 12,5% y del impuesto sobre los intereses desde el 15% al 30%. No obstante, la directora del FMI advirtió de que a medio plazo será necesario un ajuste adicional equivalente a 4,5 puntos del PIB para alcanzar el objetivo de superávit del 4% en 2018.