El Fondo Monetario Internacional (FMI) dirigido por Rodrigo Rato entre mediados de 2004 y finales de 2007 "ya advirtió" de la necesidad de profundizar en el análisis al sector financiero en este periodo, según señalaron fuentes cercanas al ex ministro durante esa etapa en el organismo.
El propio FMI destacó hoy en un informe sobre su papel en los años previos a la crisis -periodo 2004/2007-, que el organismo internacional se durmió en los laureles en este periodo y fue incapaz de presagiar su gravedad debido en gran parte a una cultura que se opone al pensamiento crítico. El informe de la unidad de evaluación independiente del Fondo publicado hoy y que examina este periodo dice que el FMI confió "en exceso" en la solidez de las grandes instituciones financieras y respaldó el comportamiento imperante en los principales centros financieros globales.
Las fuentes consultadas destacaron que en esta etapa "ya se advirtió de la necesidad de profundizar en el análisis del sector financiero y su relación con la estabilidad macroeconómica", sin olvidar que "hasta 2006 el G7 era el encargado de la supervisión financiera global". Según subrayaron, "la comunidad internacional delegó en el Consejo de Estabilidad Financiera la responsabilidad sobre supervisión mundial" y hasta 2006 el FMI "no adquiere este papel". Las fuentes cercanas a Rato cuando era director gerente del FMI, incidieron en que en el informe no se menciona "que la comunidad internacional había aceptado que la autoridad y liderazgo era del Consejo de Estabilidad Financiera".
Las causas de la crisis
Además, las mismas fuentes, destacan que "es sorprendente que en el informe no haya ni una sola mención a los 'perversos incentivos' de Basilea II o a la responsabilidad de los supervisores nacionales, que no advirtieron ni una sola vez al FMI ni a la comunidad internacional sobre las sofisticadas prácticas de algunos productos financieros". El informe es "una excelente práctica de transparencia", que ya se realizaba en la época 2004-2007, sin olvidar "las carencias de la institución en el tiempo", si bien "es claro que la reacción ante las burbujas de activos exige acciones más contundentes de las que se realizaron", añaden.
En este periodo "ya se advirtió de que la crisis financiera tenía más de una causa, no sólo el sector financiero. Se advirtió de que los desequilibrios globales agravaron la situación financiera y exacerbaban la búsqueda de estabilidad". Además, fuentes cercanas al ex ministro hacen hincapié en que entre 2004 y 2007 existía una "total libertad de opinión para los directores" y Rato asegura -según las mismas fuentes- que ninguno de los miembros del FMI le dijo "ni directa ni indirectamente" que "estaban limitados en expresar opiniones sobre la situación de un país".
"Las personas que tenían responsabilidad dijeron lo que querían decir. Si ellos no lo dijeron, es porque no quisieron", agregan, al tiempo que insisten en que "algunos países como EEUU, Gran Bretaña, Italia y Alemania expresaron públicamente su desacuerdo con la posición del FMI sobre sus economías". Esto "confirma que hubo tensiones 'cara a cara' entre el personal del FMI y estos países (en algunos casos estas tensiones emergieron en las ruedas de prensa de las asambleas anuales del fondo)". Los informes del FMI "sí advirtieron de los riesgos", a pesar de que en el informe difundido hoy se asegura que ni el GFSR (Global Financial Stability Report) ni el WEO (World Economic Outlook) informaron sobre los riesgos identificados, "pero hay numerosos ejemplos de que sí lo hicieron y que son constatables", añaden.
Entre 2004 y 2007 se realizaron numerosas acciones y gestiones para reforzar el papel del FMI en relación con el análisis del sector financiero, como la intensificación de análisis monográficos sobre la banca y la creación de grupo de expertos para analizarla, al tiempo que se reforzó el papel del Fondo a través del director de Mercado de capitales, sustituyendo al G7. Además, se realizó la "primera, y hasta ahora única, reunión de EEUU, área EURO, Japón, China y Arabia Saudí para tratar los desequilibrios globales", enfatizan.
De cara al futuro "es necesario profundizar en la interrelación del sector financiero y la macroeconomía, así como la necesidad de actuar sobre las burbujas de activos por parte de la política monetaria y sobre la posibilidad de un comportamiento más eficiente de los mercados". El FMI necesitaba información de otras instituciones y países y en este momento "debería haber dejado claro que necesita de la aportación de otras instituciones y Gobiernos para realizar sus análisis sobre el sector financiero privado". Por último, destacan que el FMI es la única institución multilateral que ha realizado un análisis crítico de su papel antes de la crisis financiera.