El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez

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EN PLENA PRECAMPAÑA

El Gobierno baraja presentar los Presupuestos en noviembre para aprobarlos en febrero, a tres meses de las elecciones municipales y autonómicas

El Gobierno está determinado a presentar un proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019 antes de fin de año, preferiblemente en noviembre, indican fuentes del Ejecutivo. Se abriría así la posibilidad de que estuvieran aprobados en febrero, antes de la precampaña de las municipales y autonómicas de mayo. El deseo del presidente, Pedro Sánchez, es que esos Presupuestos se hagan con el techo de gasto elaborado por su gabinete, para lo que ha pactado con Podemos intentar eliminar el posible veto del Senado.

El Gobierno baraja presentar el proyecto de ley de presupuestos generales del Estado para 2019 en noviembre próximo y considera que lo deseable sería que para esa fecha ya estuviera aprobada la reforma de la ley de estabilidad presupuestaria. El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, evitó -en su conferencia de prensa en Santiago de Chile con motivo de su viaje a Latinomérica- comentar la fecha límite que se plantea para la presentación de los presupuestos una vez asumido que no se hará en la fecha habitual, a finales del septiembre.

Sin embargo, fuentes del Ejecutivo han avanzado que, a la espera de la evolución de los acontecimientos, el calendario que barajan es que ese proyecto de ley pudiera presentarse en noviembre. Si finamente fuera así y si obtiene el apoyo mayoritario de Parlamento, el proyecto de ley presupuestario podría culminar su tramitación en febrero de 2019, a tres meses de las elecciones municipales, autonómicas y europeas previstas para mayo de ese año.

Las fuentes del Gobierno subrayan que lo ideal sería que para noviembre ya estuviera aprobada la reforma de la ley de estabilidad presupuestaria así como la nueva senda de déficit para la que ya ha obtenido el visto bueno de Bruselas. Pero si eso no fuera posible, aseguran que los presupuestos se presentarían de todas formas y con el techo de gasto vigente, y lo que se haría entonces es orientar los recursos de forma diferente.

El Gobierno no ha vuelto a presentar la senda de déficit después de que fuera rechazada por el Congreso y está pendiente de que los grupos parlamentarios acuerden la reforma de la ley de estabilidad para que el Senado pierda la capacidad de veto que tiene para esa reforma. Sánchez consideró la víspera, en su conferencia de prensa, que el debate que debe primar en este momento, antes que el de la fecha de los presupuestos o la reforma de la ley de estabilidad, es si hay disposición a abrir una senda que garantice el crecimiento y la cohesión social: "Ese es el debate. No es otro. No es el tiempo de cuándo se va a aprobar o no la ley de estabilidad presupuestaria. El debate es -insitió- si estamos dispuestos y si los grupos parlamentarios están dispuestos a abrir un debate sobre una senda de estabilidad que garantice el crecimiento económico y la cohesión social".

A su juicio, no tiene ningún sentido que haya partidos que sean más estrictos en materia de déficit que lo que exige Bruselas. Tampoco cree que lo tiene, que en un reparto de poderes entre el Congreso y el Senado y en el que la primera institución tiene siempre la última palabra, haya una ley como la de estabilidad presupuestaria que debido a la modificación que hizo el Gobierno de Rajoy, fije la prevalencia del voto de la Cámara Alta sobre la Baja. "Esa es una anomalía que tenemos que corregir", subrayó el presidente del Gobierno.

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