Reino Unido no ha llevado a cabo un análisis formal y por sectores del impacto que la salida de la Unión Europea puede llegar a tener sobre la economía británica, ha reconocido este miércoles el ministro encargado del Brexit, David Davis, que ha argumentado que estos estudios no son necesarios por el momento.
Es probable que los comentarios agudicen las críticas al Gobierno de Theresa May por su forma de gestionar el complejo proceso del divorcio con la UE, en un momento en que las negociaciones con Bruselas se han estancado por una disputa sobre cómo abordar el tema de la frontera irlandesa tras el Brexit.
Davis se ha visto envuelto en un prolongado debate con diputados de diverso signo político sobre qué trabajos preparatorios ha realizado el Gobierno y sobre qué parte de dicho proceso debería ser público. "Hasta donde yo sé, no hay un análisis sistemático sobre el impacto", ha dicho Davis en una comisión parlamentaria, defendiendo que sería más apropiado llevar a cabo ese análisis en una fase más avanzada del proceso de negociación.
Esta observación ha atraído críticas inmediatas de los diputados de la comisión, que han sostenido que Davis se estaba contradiciendo con una afirmación previa en la que aseguró que el Gobierno tenía un análisis sobre los impactos sectoriales con un nivel de detalle "minucioso".
Entretanto, el portavoz de May ha dicho que la primera ministra está trabajando para desbloquear las conversaciones sobre el Brexit en la cumbre europea de la próxima semana y que, pese a que aún queda trabajo por hacer, se han hecho progresos.
Preguntado sobre las informaciones que apuntan a que no habrá un acuerdo con el Partido Democrático Unionista (DUP) del Ulster en relación con la frontera con Irlanda esta semana, el portavoz se ha limitado a remitir a las afirmaciones previas de May de que se estaban haciendo progresos aunque "aún queda trabajo por hacer".