El Gobierno ha decidido congelar en 2012 el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 641,4 euros al mes, a pesar de que los sindicatos CCOO y UGT le habían solicitado que lo subiera.
Esta es la propuesta que el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha enviado a los agentes sociales hoy, según han informado fuentes sindicales, y que será aprobada en el Consejo de Ministros del próximo viernes.
CCOO y UGT pidieron por carta el pasado 15 de diciembre al Gobierno que elevara en 2012 el SMI por la pérdida de poder adquisitivo acumulado por esta renta en los ejercicios 2010 y 2011 y que, según fuentes sindicales, está cercana al 3 %.
En su carta las centrales recordaban que, según la Carta Social Europea, el SMI debe alcanzar el 60 % del salario medio neto de cada país, lo que equivaldría a unos 1.026,4 euros mensuales.
PSOE, IU y CC.OO critican la decisión
Las reacciones a esta decisión no se han hecho esperar. El diputado socialista y anterior ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha expresado su "más profundo" desacuerdo con esta medida. En una comparecencia de prensa en el Congreso, Gómez ha asegurado que es una medida "regresiva" e "injusta" y, en su opinión, hay margen "suficiente". por supuesto con moderación, para que siga creciendo.
Además, ha afirmado que el salario mínimo en España no es excesivo, ya que su cuantía se sitúa en tercer lugar "por abajo". Según ha recordado, mientras en los ocho años de gobiernos del PP el SMI perdió cinco puntos de poder adquisitivo, durante los dos mandatos socialistas, se ha revalorizado en un 39,3 %.
También los sindicatos han expresado su malestar. El secretario de Acción Sindical de CC.OO., Ramón Górriz, ha pedido que "reflexione" y no siga adelante con una decisión "que castiga a las personas que se encuentran en peor situación".
Continúa el desacuerdo en torno a la reforma laboral
Mientras, la fecha fijada para alcanzar un acuerdo sobre la reforma laboral se acerca y las posiciones siguen enfrentadas. Los sindicatos podrían aceptar una congelación de los salarios en 2012 si se garantizan los puestos de trabajo, pero en materia de noegociación colectiva no hay acuerdo.
Ambos coinciden en controlar el absentismo laboral pero discrepan en la forma de ponerlo en marcha y disminuirlo. En materia de contratación, el Gobierno se acerca a los sindicatos y descarta los miniempleos pero coincide con la patronal en que es necesario abaratar el despido.