El Congreso se dispone a convalidar la reforma laboral del Gobierno. Sólo el PSOE votará a favor de un texto que, denuncia la oposición, gira en torno al coste del despido y no de la contratación. Concederá por ello su abstención crítica el PNV. Se espera que CIU siga el mismo camino. Suficiente para que la nueva norma inicie su tramitación y lo hará, así lo acepta el PSOE, como proyecto de ley, abierto a las enmiendas de los grupos.
La mayoría cree necesario abordar la negociación colectiva, los salarios y la formación. El PP, entre la abstención y el voto favorable al texto, aguarda aún a estas horas la llamada de Moncloa para concretar su posición. Es la primera reforma de la historia sin apoyo de ninguno de los agentes sociales. El PSOE llama ahora a la responsabilidad de las fuerzas políticas.
"Queremos escuchar sus propuestas porque creemos que es bueno el acuerdo y creemos que también es el momento de atender a los cuatro millones de desempleados", afirma Leire Pajín.
"El Gobierno está haciendo ahora la reforma laboral que le pedíamos desde hace mucho porque se lo exige la Unión Europea y América", asegura González Pons.
La reforma no creará nuevo empleo. Lo advierte el PP y, para su perplejidad, el propio ministro de Trabajo. Su aprobación, así lo espera el Presidente, llegará antes del final del verano.
