"La evolución de precios prevista para final de año por el Ministerio de Economía y por el resto de los organismos públicos y privados se situará por debajo del 2%", ha explicado De la Cueva en declaraciones a la prensa posteriores a la difusión del dato del IPC de agosto, que quedó en el 2,2% interanual. Además, ha insistido en destacar que la tasa de crecimiento del PIB prevista para el conjunto del año es superior a la del resto de las economías de la zona euro y muestra que la economía española "sigue en una fase expansiva".
Al respecto, y coincidiendo con las recientes declaraciones de la ministra de Economía, Nadia Calviño, ha aclarado que el Gobierno será "realista" y "responsable con los datos" y que sigue de cerca la evolución de los indicadores, por lo que si ve que hay que revisar a la baja esa previsión en los próximos meses, lo hará.
"Tendremos que ver cómo ha finalizado la contabilidad nacional la primera parte del año e iremos viendo cómo evolucionan el resto de indicadores, unos son más positivos que otros, pero de momento estamos cómodos con esa cifra" del 2,7 %, ha dicho.
De la Cueva ha reconocido que hay que tomar medidas para limitar el efecto del encarecimiento de la electricidad en los consumidores y en las familias más vulnerables, así como para avanzar hacia una transición energética. La tasa interanual de la inflación quedó en el 2,2 % en agosto, y acumula ya cuatro meses por encima de los dos puntos porcentuales, debido en gran medida al fuerte encarecimiento de la electricidad.
Al respecto, De la Cueva no ha querido adelantar detalles sobre las medidas en las que trabaja el Ministerio de Transición Ecológica y se ha remitido a la presentación que está prevista que haga su titular, Teresa Ribera, la próxima semana en el Congreso de los Diputados.
En cualquier caso, ha recordado que las previsiones internacionales apuntan a una contención de los precios del crudo y otras materias primas durante el resto del año, y que el Gobierno estudia cómo reducir los problemas estructurales del sector energético. Ha descartado cualquier intención de intervenir en el mercado para contener los precios de la electricidad, alegando que se deben respetar las reglas del juego y dejar que actúen los mecanismos que la legislación española ya tiene en marcha para revisar el funcionamiento de los mercados.
En su opinión, también es importante tomar medidas que garanticen que el crecimiento económico se consolida a largo plazo, que las cuentas públicas tienen una senda sostenible, que se reducen las desigualdades y que se aumenta la productividad.