El Gobierno quiere seguir subiendo el SMI y acusa a la patronal de "bloquear" la negociación colectiva

El Gobierno de coalición asegura que mantiene sus intenciones de subir el salario mínimo interprofesional (SMI). En este contexto, la vicepresidenta Yolanda Díaz quiere dejar claro que la hoja de ruta del Ejecutivo pasa por continuar con la senda fijó la senda de crecimiento del SMI para el final de la legislatura.

En un entorno de crisis inflacionista y escalada de precios como el actual, la ministra de Trabajo y Economía considera esencial elevar los 1.000 euros brutos actuales (en 14 pagas) porque "estamos en un momento de absoluta excepcionalidad".

El objetivo de la coalición es que con estas subidas el SMI quede por encima del 60% del salario medio de España.

Sindicatos como UGT también respaldan el aumento porque "los 1.049 euros que determina el 60% del salario medio que los expertos calculaban para el año 2023 es evidente que se quedan cortos", y advierten que lo ideal sería elevar el SMI a 1.100 euros, "lo razonable en un Gobierno que se considera de progreso".

Díaz eleva el tono con Garamendi

Sin embargo, los empresarios rechazan cualquier medida económica de este tipo porque sería "inasumible". Para la CEOE esto no haría otra cosa que mermar aún más el poder adquisitivo de los españoles y desencadenaría una importante destrucción del empleo: "Una nueva subida del SMI contribuirá a aumentar los costes laborales y la presión sobre los márgenes de las empresas lo que, unido a otros riesgos como el encarecimiento de las materias primas o los cuellos de botella en las cadenas globales de suministro, pueden llevar a un menor dinamismo económico en el futuro y a una menor creación de empleo", argumentan.

Esta postura de la patronal es para la vicepresidenta segunda un asunto "muy grave": "El señor Garamendi está bloqueando la subida salarial, está bloqueando la negociación colectiva en nuestro país. Esto es muy grave. Le pido que deje de bloquear la negociación, que vuelva a la mesa del AENC y que deje de bloquear la salida de la crisis".

A juicio de Díaz, el modelo "en el que parece que se inspira la patronal española es el del Partido Popular", que consiste en "bajar los salarios de manera masiva, provocando una enorme pobreza en nuestro país y un retardo en la crisis".

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