El objetivo es luchar contra el absentismo. Por eso el Gobierno ha puesto encima de la mesa un recetario más. Los funcionarios que estén de baja por incapacidad temporal no cobrarán el salario íntegro durante los tres primeros meses, 90 días de sueldo reducido.
El Ejecutivo no sólo quiere aliviar las cuentas ahorrando en gasto de personal, también aumentar la productividad del empleado público y disminuir la contratación de interinos.
Se quiere también potenciar el alquiler de viviendas vacías y que el arrendador esté más protegido frente a los abusos de muchos inquilinos. Para ello, se creará un registro de morosos y así favorecer las garantías jurídicas de los propietarios. No se descartan, incluso, medidas fiscales y bonificaciones para los dueños de las viviendas.
A los universitarios se les exigirá algo más y se estudian estas medidas. Las becas salario -dinero para material o transporte- sólo se conservarán si aprueban el cien por cien de los créditos matriculados. Y se elevará del 80 al 90 por ciento el volumen de créditos aprobados en un curso para acceder a una beca general.