El Gobierno vasco calcula que el 30% de los 5000 apartamentos turísticos de Euskadi son ilegales

Son los datos ofrecidos por el consejero de Turismo, Comercio y Consumo, Javier Hurtado. El 30% de los 5.000 pisos turísticos del País Vasco son ilegales. De ahí que el Ejecutivo se haya marcado como uno de sus objetivos acabar con este tipo de establecimientos clandestinos en la actual legislatura. Para ello, preparan una nueva Ley Vasca de Turismo que les ponga coto.

Solo en San Sebastián, en los últimos cuatro años han sido clausurados 43. La mayoría en el Centro o en los barrio de Aiete y El Antiguo.

El turismo en Euskadi ha crecido un 19% respecto al año anterior. Los visitantes llegan atraídos por la amplia oferta cultural y gastronómica. Esta circunstancia ha favorecido la aparición de numerosos pisos turísticos ilegales, algo que afecta directamente a los apartamentos que cuentan con su número de registro y licencia. Iñaki Urteage, responsable de un apartamento turístico de la parte vieja de San Sebastián, recalca que los ilegales les quitan clientes y dan mala imagen a todos.

Si preguntamos por la calle, nos encontramos con numerosos visitantes que nos muestran su rechazo a este tipo de prácticas. No les parece bien que no declaren sus beneficios a Hacienda y apoyan que sean clausurados. Todo lo ilegal es malo, subraya un hombre ante los micrófonos de Antena 3 Noticias, como se puede ver en el vídeo de la parte superior.

Los clientes no saben si los apartamentos son legales

Nos cruzamos con Andrea de Costa Rica. Anda con su maleta en busca del apartamento que ha alquilado. Cuando le preguntamos si está segura de que su alojamiento esté en regla, nos reconoce sus dudas. Tan solo lo supone porque lo ha alquilado en una conocida plataforma. Esa una buena forma de asegurarnos un alojamiento legal. Otra forma de descubrirlo es comprobar que en el portal de la puerta cuenta con una señalización VT. Es la mejor manera para evitar contratiempos.

Iñaki Urteaga destaca que en una piso turístico ilegal podemos encontrarnos con que no cuenta con los servicios que creemos haber contratado y que la reclamación que queramos poner puede ser complicarse en exceso.

En este sentido, hablamos con dos turistas que nos reconocen que ellas nunca alquilarían un alojamiento ilegal, opinión compartida por otros muchos viajeros. Coinciden en que quieren disfrutar de las vacaciones tranquilas y sin remordimientos.

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