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Prepara a contrarreloj reformas que satisfagan a la UE

Tsipras: "Hemos conservado la dignidad de Grecia"

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, afirmó que "lo difícil empieza ahora" en las negociaciones con los socios de la eurozona después del acuerdo entre Atenas y el Eurogrupo. Ese pacto no satisface todo lo que Atenas pedía, aunque desde allí se destacan las líneas rojas en las que se ha mantenido firme.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha aplaudido el acuerdo alcanzado este viernes con el Eurogrupo por la que el país, según sus palabras, ha cumplido su objetivo principal de cancelar sus compromisos previos de austeridad económica. "Con el decisivo apoyo del pueblo griego, hemos conservado la dignidad de Grecia en, quizás, su día más importante desde que está en la Unión Europea", ha declarado.

Tsipras ha afirmado que "lo difícil empieza ahora" en las negociaciones con los socios de la eurozona después de que el Eurogrupo acordase extender cuatro meses la ayuda financiera al país. "Hemos ganado una batalla, no la guerra. Lo difícil empieza ahora", ha asegurado en un mensaje televisado.

El primer ministro destacó que Grecia ha conseguido "una negociación exitosa". "Ayer hicimos fracasar el plan de las fuerzas conservadoras en Grecia y en el extranjero para asfixiar a nuestro país y demostramos que Europa es un espacio para la negociación y los compromisos beneficiosos para ambas partes y no un espacio de exterminación, de sumisión y de castigo", remarcó Tsipras. En este sentido, apuntó que hace casi 20 días que se hizo cargo de un país "al borde del abismo y con las cajas vacías". Tsipras reiteró que el acuerdo conseguido "deja atrás la austeridad y los memorandos (programas de recate)" e inicia la negociación para lograr "el crecimiento, el empleo y nuestro futuro europeo".

Para el primer ministro heleno, este pacto "acaba con las reducciones de salarios y pensiones, con las medidas que llevan a la recesión y con los superávits exagerados". En su discurso Tsipras también tuvo palabras para el pueblo griego a quien calificó de "mejor aliado del Gobierno" y agradeció su apoyo "sin el cual no podríamos haber ganado esta batalla".

Tras la decisión del Eurogrupo de extender el crédito de Grecia cuatro meses, Atenas trabaja a contrarreloj para presentar el lunes las reformas concretas que convenzan definitivamente a sus socios, mientras celebra un acuerdo que asegura que deja atrás la era de los rescates. Tras tres Eurogrupos y tensas negociaciones marcadas por el tira y afloja entre Atenas y Berlín, escenificado por sus ministros de Finanzas, Yanis Varufakis y Wolfgang Schäuble, el Gobierno griego ha logrado un acuerdo, que si bien depende de las propuestas concretas que presente en dos días, mantiene parte de sus líneas rojas.

Se suprime el objetivo de superávit primario del 3 % del PIB para este año y del 4,5 % para 2016 y en su lugar, el crecimiento se fijará en función de "las circunstancias económicas" de Grecia. Atenas ha conseguido también congelar las medidas que exigían aumentar el IVA, una medida que afectaba especialmente al turismo, el motor económico de la economía helena, y reducir las pensiones. En su lugar, ha logrado centrar el pacto con los socios en base al objetivo común de combatir la evasión fiscal y la corrupción, reformar la administración pública y luchar contra la crisis humanitaria.

"Grecia ha pasado página" o "estamos empezando a ser coautores de las reformas" fueron los mensajes que lanzó el Ejecutivo nada más conocerse el resultado de la reunión para transmitir que no ha dado marcha en todas sus posiciones, sino ha ganado "tiempo" para negociar un acuerdo más amplio. Como contrapartida, el Gobierno de Alexis Tsipras se ha comprometido a no dar ningún paso unilateral que pueda tener consecuencias financieras y comprometer la recuperación económica.

Según el Ejecutivo esto no afecta al aumento del salario mínimo, porque, como adelantó Varufakis, no tiene ningún impacto fiscal. Fuentes gubernamentales remarcaron tras la decisión de la eurozona, que Atenas "continuará con la aplicación de su programa de Gobierno", es decir, empezará a legislar, como ya anunció Tsipras este martes, sobre los asuntos más urgentes. Una ley que amplía el círculo de personas que pueden acogerse al pago en cien plazos de sus deudas con Hacienda y otra que protege contra los desahucios de la primera vivienda. Aunque estaba previsto que ambas se introdujesen la semana pasada en el Parlamento su tramitación se retrasó para evitar trasladar un gesto de provocación a Bruselas en medio de la tensa negociación.

El ministro de Economía español, Luis de Guindos, afirmó que Varufakis informó a sus homólogos de que Grecia ha retirado la ley sobre los desahucios, pero fuentes del Ministerio de Economía griego aseguraron que el proyecto sigue en marcha y se introducirá la semana que viene en el Parlamento. En los próximos días también se empezará a debatir la norma sobre los pagos a plazos de las deudas con la Hacienda.

Tras el acuerdo, al Ejecutivo no le han faltado las críticas internas del principal partido de la oposición, el conservador Nueva Democracia, y del exsocio de Gobierno de éste, el socialdemócrata Pasok, que acusan a Syriza de firmar "un tercer rescate" y con condiciones "mucho peores". El portavoz del Gobierno, Gavriil Sakelaridis, respondió que en el acuerdo "se han logrado importantes beneficios para el pueblo griego" y que la oposición debe "ajustarse a la nueva realidad para ayudar al país, si así lo desea".

Atenas tiene por delante un intenso fin de semana en que debe elaborar la lista de reformas concretas, basada en el acuerdo actual, que puede presentar hasta el final del lunes. Entonces las instituciones harán un primer análisis de si las medidas son lo suficientemente acordes para ser el "punto de partida válido" de la finalización exitosa de la quinta revisión del programa y el resultado será trasladado al Eurogrupo en una teleconferencia el próximo martes.

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