La gripe es la enfermedad que más problemas arrastra en las empresas durante los meses de invierno, especialmente en enero, y es que supone entre un 10 y un 17 por ciento de las bajas laborales en España, lo que da lugar a la pérdida de 60 millones de horas de trabajo, cifra que representa un coste anual de unos 1.250 millones de euros, según estimaciones de Prevención Fremap.
"Esta patología suele suponer entre cinco y siete días de baja laboral", señala José Manuel Gómez López, director del área de Medicina de trabajo de Prevención Fremap. Hay empresas que sufren más estas bajas, como las que tienen un proceso de producción como trabajadores en cadena o teleoperadores, o los centros sanitarios, en los que si falta personal de Enfermería, por ejemplo, "esto puede suponer una disminución importante de la capacidad de respuesta que se pueda tener a las necesidades", añade.
Asimismo, las personas afectadas de gripe que permanecen en el puesto de trabajo sin darse de baja "tienen una reducción del 50 por ciento en su productividad". Que no pidan la baja hace que "aumente el riesgo de contagio a los compañeros", concreta el experto.
Sin embargo, los empleados "sanos" también salen perjudicados cuando los afectados por este virus no acuden a trabajar, ya que "sufren una sobrecarga de tareas y, en ocasiones, permanecen más tiempo en el trabajo del habitual".
En mitad de este escenario, Gómez López hace hincapié en la importancia de la vacunación en empleados, ya que tiene una gran rentabilidad económica para la actividad empresarial. "Se calcula que esta práctica reduce en un 44 por ciento las visitas al médico y hasta en un 70 por ciento el absentismo laboral y su correspondiente pérdida en la productividad".
En esta línea, el miembro de Prevención Fremap sostiene que la inversión en campañas de prevención de esta enfermedad compensa notablemente, ya que la vacuna "puede suponer un ahorro para las empresas de unos 870 millones de euros al año".
Según Gómez López, hay determinados entornos laborales en los que sería deseable esta forma de prevención, como "profesionales de la sanidad, personal de enseñanza, fuerzas de seguridad, conductores, viajeros internacionales o embarazadas".
En cuanto a las vacunas, el experto explica que los investigadores tienen que modificarla anualmente, y es que la enfermedad de la gripe muta cada año. La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en febrero de 2014 las recomendaciones para la composición de la vacuna que será utilizada en la temporada 2014-2015 y que incluye dos cepas análogas A (A1N1 y H3N2) y una cepa análoga B (Masachusetts/2/2012).