Decenas de preferentistas se han abalanzado y han aporreado el coche en el que el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ha abandonado la Audiencia Nacional mientras le proferían gritos e insultos, al tiempo que le lanzaban globos de agua.
Un vehículo aguardaba a Blesa en la puerta del tribunal al término de su declaración ante el juez Fernando Andreu, que se ha prolongado durante alrededor de una hora, tras lo cual ha dado la vuelta en el garaje de la Audiencia Nacional para abandonar la calle Prim en dirección prohibida, hacia el paseo de Recoletos.
Allí, y a pesar del despliegue policial, le esperaban más de un centenar de afectados por las preferentes, que tras saltarse el cordón policial, han conseguido inmovilizar el coche, han comenzado a zarandearlo y golpearlo y han lanzado contra él globos de agua mientras le proferían insultos como "ladrón" e "hijo de puta".
Blesa ha llegado al órgano judicial alrededor de las 14:15 horas, cuarenta y cinco minutos antes de su citación, y también entonces ha sido recibido con gritos y abucheos de los preferentistas, a quienes los numerosos agentes de la Unidad de Intervención Policial presentes en la zona han impedido acercarse a la puerta de la Audiencia Nacional.
Desde primera hora de la mañana, seis dotaciones de la Unidad de Intervención Policial, algunos de cuyos agentes iban ataviados con escudos, custodian las inmediaciones de la Audiencia Nacional, cuyos alrededores permanecen cerrados al tráfico.
En estos momentos, el juez está tomando declaración al expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán después de haber interrogado al exconsejero de Caja Madrid y sindicalista de UGT Gonzalo Martín Pascual y el expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán, en prisión desde diciembre de 2012.
La última vez que Blesa acudió a un tribunal, el pasado 24 de enero, para declarar como imputado por la compra del City National Bank de Florida en los Juzgados de Plaza de Castilla, fue también increpado por un grupo de preferentistas, que le llegaron a zarandear y a lanzarle una pancarta a pesar del despliegue policial.