Precios abusivos
¿Hay fecha de caducidad para los precios dinámicos en los conciertos? "Esto es hojarasca"
Ir a un concierto es en los últimos tiempos un lujo que no todos los bolsillos pueden permitirse. Analizamos qué ocurre con los precios dinámicos y qué opina la CE al respecto.
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"Bravo por la música, bravo por la gente que está en conexión", cantaba Juan Pardo en su homenaje particular a este arte tan aclamado. Una de las maneras de poder disfrutar de la música es a través de los conciertos o festivales que se ofrecen a lo largo y ancho de la geografía. Una experiencia inmersiva, incluso sensorial que ha evolucionado en el tiempo. Primero, los fans acudían al recinto o auditorio para escuchar a sus artistas favoritos con la única expectativa de verlos en persona, de sentirlos cerca. Ahora los recitales han evolucionado: la tecnología vanguardista en cuanto a luces y sonido, los hace más envolventes, y por supuesto, móvil en mano para capturar cada instante y que quede grabado para la posteridad. Así se disfruta ahora del cuarto arte y así se sufren los llamados precios dinámicos.
Esta transición que hemos vivido en estos años tiene un claro hándicap que se ha ido acrecentando con el paso del tiempo: el encarecimiento de las entradas. Los precios se han elevado como consecuencia de varios factores como el aumento de la demanda, y la oferta cultural no se ha librado. Las entradas para los conciertos se han disparado con respecto a hace años. Antes, ver en directo a Bruce Springsteen tenía un coste único de 60 euros, y actualmente, pueden llegar a costar el doble.
La rapidez e inmediatez, juegan una mala pasada a los precios. No hay respiros ni esperas. Si un artista anuncia una gira y la consiguiente venta de entradas, todo el mundo activa las alarmas para conectarse a la hora señalada e intentar adquirirlas. La gente está al acecho a la hora de conseguir un ticket para no perder la oportunidad de vivir la experiencia de ver en directo a Taylor Swift u Oasis, entre otros, aunque cada vez es más necesario tener un colchón económico para poder hacerlo.
El alto precio de las entradas pone en jaque al mundo de la cultura y el espectáculo. Miles de personas se han quejado por el elevado coste, ya que no están sujetos a restricciones y sólo se rigen por la demanda ocasional. La regulación de los precios dinámicos podría ser la solución. El debate se avivaba en las últimas jornadas con una lluvia de titulares de los que podría desprenderse la idea de que la Comisión Europea iba a tomar cartas en el asunto. Nos hemos puesto manos a la obra para intentar comprender qué estaba ocurriendo de la mano de Jordi Moguel, profesor de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC.
Desde la Newsletter de Antena 3 Noticias hemos preguntado a la Comisión Europea sobre la estrategia de los precios dinámicos y su respuesta pasa por reiterar la opinión publicada en un informe reciente: "Los comerciantes pueden determinar libremente los precios que cobran por sus productos". Eso sí, matizan: "Según la legislación de la UE en materia de consumo, los comerciantes que se dedican a la venta y reventa de entradas deben proporcionar a los consumidores la información necesaria sobre las entradas que ofrecen antes de que se complete el proceso de compra".
"El problema de los precios dinámicos, junto con la cuestión de la reventa son asuntos que se vienen planteando desde hace tiempo. De hecho, analizando un poco la cuestión sobre las peticiones que ha habido sobre este tema, he visto que desde el Parlamento Europeo ha habido varias preguntas que ciertos parlamentarios emiten y dirigen a la Comisión Europea, preguntando: ¿Qué pasa con los precios dinámicos?", explica Moguel.
El profesor se remonta al año 2023 para fijar la primera pregunta que se trasladó en Europa sobre esta cuestión y que ha vuelto a tener eco recientemente. La respuesta a esa primera cuestión ha llegado más de dos años después, así que no sorprende que todavía esté en el aire la contestación a la planteada el pasado mes de septiembre.
¿Qué opina la CE de los precios dinámicos?
La contestación en este caso de la Comisión Europea a esa pregunta es bastante clara. Los precios dinámicos 'per se' no son considerados un elemento o una actuación prohibida en la Unión Europea, esa es la primera respuesta que se emite. La Comisión Europea ha presentado un informe más de 200 páginas donde después de analizarlo todo durante este periodo de dos años vuelve a repetir básicamente lo mismo, vuelve a decir que la práctica de los precios dinámicos no está prohibida por la legislación de la Unión Europea y que por lo tanto, las empresas, los operadores pueden libremente determinar los precios que ellos pongan siempre que se informe adecuadamente a los consumidores". Hasta aquí nada nuevo, sin embargo Moguel pone el foco en el matiz que añade que es que "si los precios se suben durante el procedimiento de reserva, justo después de que el consumidor haya procedido al pago" y ojo porque como él mismo explica: "No es que pague, sino que haya procedido al pago, pues entonces sí que se podría entender como una práctica desleal".
Antes de seguir es importante aclarar que entre las funciones de la CE está la iniciativa legislativa. La pregunta entonces es ¿podría esta práctica suponer una conducta de posición de dominio? Entonces Moguel es claro en la posición que adopta la CE: "Se lava un poco las manos", ya que defienden que"esto hay que estudiarlo caso por caso, porque las materias de protección de consumidores son materias que en la Unión Europea son compartidas". Es decir, que "en principio solo hay que actuar cuando la actuación conjunta de los Estados es necesaria porque va en en bien de todos, y en bien del mercado interior, pero esto no impide que también puedan en determinados aspectos legislar, sobre todo los que no están legislados por la Unión Europea, que lo puedan hacer los Estados miembros, y esto puede generar discrepancias. ¿Por qué en Irlanda sí y aquí no? Esto es un gran problema político porque, en definitiva, la Comisión Europea está formada por distintos miembros que los nombran los Estados y bueno, todo esto no deja de ser un tema político. La Comisión propone y luego hay que aprobarlo por parte del Parlamento y el Consejo de Ministros".
En definitiva, la conclusión del profesor es clara: "la fijación de los precios dinámicos no es ilegal según las normas de protección del consumidor de la UE". Además expone su opinión personal: "Los precios dinámicos no tienen que prohibirse". Él subraya la importancia de la transparencia en el proceso: "Tampoco creo que sea adecuado establecer propiamente un límite. Podría estudiarse, pero no creo que de momento, pero sí esas medidas de saber cómo se conforma. Y en ese sentido, explicar incluso, obligar a que la conformación del precio se base en una realidad, no en que tú, aunque no sea intencionado permitas que se unan 'bots' o personas que están ahí mirando si lo compran o no, y todo eso forme algo que finalmente es irreal. Y en eso sí que habría que intervenir, la mayor transparencia en cuanto a cómo se conforma parámetros, la obligación de que esos parámetros sean reales, que no se basen y que no permitan la especulación, que permitan eliminar la existencia de 'bots' o que la reduzcan al máximo a través de una serie de medidas".
Cómo funciona la cadena de venta de entradas
¿Cuáles son los factores que hacen que un concierto que antes podíamos disfrutar por 60 euros ahora haya doblado el precio? Todo influye, el caché, la alta demanda etc. "Hay que tener en cuenta cómo funciona el mercado. La respuesta a esta pregunta merece un contexto previo. Hay que tener en cuenta que lo que es propiamente la cadena de venta de entradas comienza en el artista, el artista se relaciona con un promotor, el promotor se relaciona con una tiquetera que es la intermediaria y al final todo acaba en el consumidor. ¿Qué es lo que sucede? Muchas veces en esta cadena la parte que decide y que no tiene muy en cuenta al consumidor está en el lado del promotor y el agente de tiqueting. Entre ellos tienen unos acuerdos nada transparentes y ellos son los que mueven el mercado. Eso le da un poder tan enorme que luego cuando el organizador va a hablar con el artista, salvo que el artista sea un artista con mayúsculas, el poder es poco. Y de hecho, cuando tienen ese poder los artistas como puede suceder en caso de Oasis, Taylor Swift u otros, no es descartable que ellos mismos estén perfectamente de acuerdo en que se utilicen los precios dinámicos".
¿Qué ocurrirá en el futuro?
Pero si todos nos echamos las manos a la cabeza, ¿llegará el momento en el que esta burbuja explote? Jordi Moguel cree que no. "Creo que la demanda no va a caer, porque cuando tú quieres ir a ver a Ed Sheeran o Luis Miguel, y quien lo controla es una empresa, es un monopolio, un oligopolio, y no tienes otro remedio, porque así también lo decide el manager de Luis Miguel o también el mismo Ed Sheeran. La empresa le va a dar una una cobertura total y va a procurarle una maximización de beneficios. Claro, cuando tú no tienes una alternativa, pues entonces tienes el planteamiento de: '¿voy a dejar de ir a conciertos?' y es ahí donde está la visión o la importancia que tiene para la gente asistir a un concierto. Si eso implica acudir a menos pero pagar más, estarían dispuestos a hacerlo".
Con respecto al uso de los precios dinámicos en otros ámbitos, aparte del cultural, Moguel dice que" es un mecanismo de fijación de precios que hace muchísimo tiempo que se vienen utilizando, hace años"; y añade que son comunes en "compañías aéreas, por ejemplo, o de reservas de habitaciones de hotel".
Con toda la información sobre la mesa Jordi Moguel concluye: "No hay ninguna medida, esto es hojarasca". Lo único cierto es que a corto plazo no parece que vaya a haber ningún cambio sustancial.
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