Hoy arranca la campaña de la renta del ejercicio 2020 y se prolongará hasta el próximo 30 de junio. El mes de abril supone el pistoletazo de salida para la declaración de la renta, los contribuyentes españoles tienen desde hoy una cita con la Agencia Tributaria, pero esta declaración tiene algunas peculiaridades con respecto a la campaña del año anterior debido a las situaciones derivadas por la pandemia del coronavirus.
La declaración de la renta están obligados a hacerla todos los contribuyentes que perciben rendimientos de trabajo personal superiores a los 22.000 euros anuales en el caso de los que solo tienen un pagador y 14.000 si hay más de un pagador. Esta es una de las cuestiones a tener en cuenta con el fisco en 2021, ya que aquellos trabajadores que se han visto afectados por un ERTE contarán como al menos con dos pagadores.
Para atender a estas especiales circunstancias, la Agencia Tributaria prevé ofrecer a este colectivo una atención más personalizada y permitir, en caso de que el resultado de la declaración sea a pagar, dividir la cuantía en hasta seis plazos sin intereses.
Desde este miércoles se puede consultar el borrador de la renta y presentar la declaración de la renta a través de internet, ya sea con el programa Renta Web o la aplicación móvil de la Agencia Tributaria, para lo que es necesario certificado electrónico, Cl@ve PIN o número de referencia.
Todavía tendrán que esperar aquellos contribuyentes que opten por la modalidad telefónica que también propone la Agencia Tributaria, será a partir del 6 de mayo y del 2 de junio la de manera presencial, siempre con cita previa.
Aquellos contribuyentes cuyas declaraciones resulten a ingresar y que quieran domiciliarse tendrán que estar entregadas antes del 25 de junio, para el resto el plazo termina el 30 de junio.
Enrique García, CEO de TaxdDown, recuerda que hay deducciones de las que se puede beneficiar el contribuyente. En concreto, "hay más de 150 deducciones y la mayoría están relacionadas con vivienda, con temas familiares como nacimientos o gastos educativos". García recuerda que todas las subvenciones relacionadas con este contexto de pandemia de coronavirus hay que declararlas como cualquier un ingreso más.
La presentación de la declaración del IRPF es obligatoria, entre otros supuestos, para los perceptores del ingreso mínimo vital (IMV) y para rentas del trabajo de más de 22.000 euros si solo se tiene un pagador o 14.000 euros si se tienen dos.