Interior de la Bolsa de Madrid

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ECONOMÍA I BOLSA

El Ibex 35 cierra con subidas del 2,53% y se encarama a los 7.800 puntos

La canciller alemana Angela Merkel había contrarrestado las voces que alimentan la tesis de la quiebra griega, al tiempo que Obama advertía del posible contagio en España.

El Ibex ha rebotado un 2,53% y se ha encaramado a los 7.800 puntos después de que la canciller alemana Angela Merkel contrarrestara las voces que alimentan la tesis de la quiebra griega al asegurar que su gobierno hará todo lo posible para evitar ese escenario y que confía en alcanzar un acuerdo con Finlandia para desbloquear el segundo tramo de ayudas.  

BBVA y Santander han liderado las subidas del índice, con un avance del 5% y del 4,33%, respectivamente, seguidos por Caixabank (+3,63%) y Mapfre (+3,54%). Las acciones de Telefónica han sumado un 3,11% y las de Iberdrola, un 2,99%.  

El selectivo madrileño ha sellado en 7.834,2 enteros una jornada frenética de bandazos del verde al rojo y viceversa, preso del pánico de los inversores, que han reaccionado al son de rumores, como los de una declaración conjunta de Merkel y Sarkozy sobre el rescate heleno, desmentida finalmente por el Elíseo.

No obstante, los inversores estarán pendientes mañana de la conferencia telefónica con los dirigentes francés y alemana y el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, mientras que la prima de riesgo de España e Italia se sitúa en 360 y 393 puntos, en cada caso.

Las palabras del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que ha advertido del riesgo de contagio a los países periféricos ante la falta de eficacia de las medidas aplicadas en el Viejo Continente, han servido de argumento para las ventas en Europa.

A este lado del Atlántico, las principales plazas también se han aferrado a las palabras de Merkel para apuntarse a las compras, aunque han sellado la jornada con ganacias inferiores a las de la plaza madrileña. 

Para la experta de IG Markets, Soledad Pellón, en los próximos días se espera "tensión máxima" en las bolsas de todo el mundo, y hasta que la UE no apruebe el segundo rescate griego, no habrá razones de fundamento para albergar esperanzas, por lo que es vital que la política común europea surta efecto.

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