El varapalo de la Bolsa ha sido generalizado en las principales plazas europeas, que no han conseguido aguantar el tipo y han registrado pérdidas superiores al 2% en todos los casos: París ha cedido un 2,62%, Londres un 2,43% y Francfort un 2,01%. En el mercado de deuda, la prima de riesgo se ha colocado en 129,7 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 1,596%.
Mientras, en el mercado de divisas, el euro se intercambiaba a 1,0897 dólares. El selectivo ha mantenido las pérdidas a lo largo de la jornada y ha ampliado sus 'números rojos' tras la apertura de Wall Street, que ha iniciado la sesión en negativo arrastrado igualmente por los precios del oro negro.
Sacyr se ha convertido en el 'farolillo rojo' de la sesión con un recorte del 7,9%, seguido de OHL (-7,24%) y Caixabank (-6,27%). Tanto la entidad catalana como Sacyr cuentan con una participación significativa en Repsol, cuyos títulos han recortado un 5,79%.
El problema del petróleo
El estratega de mercados de IG Daniel Pingarrón ha señalado que "llama la atención" que el fuerte impulso alcista que desarrolló el petróleo desde la mañana del jueves 28 de enero hasta el mediodía de ayer "no fuese replicado por las Bolsas, que parecieron olvidar completamente la correlación que mantenían".
Sin embargo, ahora que el crudo baja, "vuelve el seguidismo". A su juicio, esta arbitrariedad "denota una clara debilidad en los mercados de renta variable, que carecen completamente de nervio para armar un rebote de gran intensidad, cosa que hubiera sido lo normal tras registrar la mayor sobreventa desde agosto".
El experto ha hecho hincapié en que ni las palabras del presidente del BCE, Mario Draghi, tras su última reunión, ni la temporada de resultados empresariales, las inyecciones de China, las medidas del Banco de Japón, ni el fuerte rebote del crudo hasta el día de hoy han conseguido atraer las compras "con precios muy rebajados".