El Ibex 35 ha cedido un 2,42% al cierre de mercado y ha abandonado la cota psicológica de los 7.000 puntos, barrera que mantenía desde el 10 de marzo de 2009. La buena subasta del Tesoro no sirvió para calmar la presión vendedora en la gran banca, las constructoras y las energéticas.
Tampoco se relajaba la prima de riesgo española, en los 422 puntos básicos, mientras la rentabilidad del bono español a 10 años rozaba el 6%.
Los inversores continuaron penalizando a Repsol (-4,77%) tras la expropiación de YPF. La incertidumbre sobre la banca se tradujo en una caída del 4,52% en BBVA y del 3,56% en Santander. Además Sacyr se dejó un 4,42% y ACS, un 4,01%. Iberdrola perdió un 3,09%.
Sólo seis valores del selectivo esquivaron el rojo. De esta forma, el selectivo profundizó su mínimo anual hasta los 6.908,1 puntos y volvió a liderar los recortes en Europa, junto a París y Milán.
La prima de riesgo, el sobrecoste que exigen los inversores por comprar deuda española en lugar de alemana, se incrementaba poco antes del cierre hasta los 423 puntos básicos.