La aseguradora Mapfre ha realizado un pago superior a los 20 millones de euros en concepto de indemnizaciones a las 86 víctimas y perjudicados en el accidente del avión de Spanair siniestrado el 20 de agosto de 2008 con las que ha llegado a acuerdos totales o parciales. La compañía calcula que el gasto total en indemnizaciones rondará los 32 millones de euros, frente a los cerca de 300 millones que solicitaron los alrededor de 200 reclamantes tras el accidente ocurrido, según informaron fuentes jurídicas cercanas al caso.
Excluidos los pagos ya efectuados, la compañía ofrece una cantidad superior a los 12 millones de euros para el resto de afectados, unos 130, que se encuentran dentro de las 42 negociaciones en curso que mantiene la aseguradora. La compañía ha llegado a acuerdos de indemnización con 70 de las víctimas, que representan alrededor del 40% del total, y mantiene acuerdos parciales con 16 de ellas.
Desde diciembre de 2012, la compañía ha consignado las indeminizaciones de forma individualizada y por daños objetivos, ofreciendo una cantidad un 20% al baremo establecido por la legislación española y hasta un 30%, de acuerdo a la última actualización. La compañía abonó en las primeras semanas tras el accidente, los correspondientes anticipos a las víctimas, incrementando en un tercio lo establecido por la normativa comunitaria, hasta alcanzar los 25.000 euros e incluso adelantó el pago a alguna de ellas. Concretamente, abonó más de dos millones de euros en gastos sanitarios y funerarios.
Por su parte, algunos perjudicados, en legítimo ejercicio de su derecho, han optado por recurrir a los tribunales para determinar la responsabilidad por el accidente y la cuantificación de las indemnizaciones que les deben ser abonadas. Concretamente, las demandas superaron en algún caso los 136 millones de euros.
No obstante, aún queda "mucha gente" por reclamar relacionada con el accidente del vuelo JK5022, en el que 154 personas fallecieron y 18 resultaron heridas. De los 18 supervivientes, 11 de ellos ya han recibido indemnización. Sin embargo, a un tercio de los demandantes no se les reconocerá la condición de perjudicado por lo que no recibirán indemnización.
Seis años después del suceso ocurrido en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas y tras el cierre de la causa penal, existen 20 procedimientos abiertos, 18 civiles y dos laborales. De los procesos civiles, dos de ellos han sido declarados no competentes y uno de ellos se realiza específicamente contra el fabricante Boeing.
En cuanto a Boeing, fabricante del avión que sufrió el accidente, Mapfre se reserva el derecho a presentar una denuncia fuera del proceso "cuando lo considere oportuno", tras solicitar su presencia en el procedimiento y renunciar posteriormente a ella para no paralizar el proceso.
Mapfre logró que el Juzgado de lo Mercantil Nº 2 de Las Palmas de Gran Canaria aceptara su petición de realizar sentencias directas, sin juicio, para agilizar los procesos, por lo que la compañía se mantiene a la espera de una resolución, que supondría la primer sentencia del proceso. En este sentido, aboga por la acumulación de los procesos, lo cual, sin ser nocivo para las víctimas, reduciría los costes generados. El próximo 20 de mayo se celebrará un nuevo juicio en el Juzgado Mercantil número 12 de la Audiencia Provincial de Madrid.
