Tradición para un invierno riguroso
La inflación dispara el precio de los platos de cuchara, fundamentales para afrontar el frío
Si en algo estamos de acuerdo todos los españoles es en que los platos de cuchara son uno de los mejores parapetos para los meses más fríos. Ya sean garbanzos, lentejas, alubias e incluso sopas de ajo, nos reconfortan. Sin embargo, el aumento del coste de la energía y de muchos de los ingredientes de estas recetas también están afectando a este pilar de nuestra gastronomía.
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"Bueno, pues ahora vamos a hacer una buena sopita de cocido". Pepe Filloa, chef del restaurante Pancipelao ubicado en el corazón del barrio madrileño de Vallecas, se dispone a preparar las raciones de hoy. Es el prólogo para todo cocido que se precie, máxime en este negocio que acaba de recibir el título de preparar el mejor cocido de España.
Estas deliciosas recetas han cobrado una dimensión especial en este año de crisis energética. Es indudable que su poder calórico nos ayuda a enfrentarnos a un invierno que promete ser complicado. Y aunque se trata de platos económicos, la subida de los precios desde el gas a los ingredientes, está afectando de lleno a estos platos.
La subida del gas, de la luz y de los ingredientes afecta de lleno a los guisos
"El gas y la luzhan subido una media del 200%" afirma el jefe de Cocina del Grupo La Clave. Eso la energía... ¿y los ingredientes? ¿cuánto han subido en tan sólo un año?
A esta pregunta nos responde Pepe Filloa con claridad: "La carnes, vamos a calcular que entre un 40 y 45%, y luego vamos a las verduras, y estamos hasta un ciento diez por cien... los garbanzos un 30%, y los aceites otro 30%, igual que las harinas".
Y a Tomás Gutiérrez le planteamos otra pregunta: ¿Cuánto cuesta ahora el cocido y cuánto debería costar con la subida de los ingredientes?
Los cocidos deberían subir más del 40%
"Bueno, pues un cocido cuesta ahora 19,90 euros, el mismo precio que tenía el año pasado. Ahora debería costar seis euros más. No nos queda más remedio que ir aguantando, y sin bajar la calidad, reduciendo los costos como podamos", asegura Tomás resignado porque a los elevados costes se suma otro problema. "Algunos ingredientes ya escasean y tenemos que traerlos de otros países... por ejemplo, el pollo se está viniendo mucho de la parte de Argelia y de Marruecos, porque en España ya no hay pollo", concluye Filloa.
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Platos de cuchara, que a pesar de la inflación, seguirán caldeando nuestros cuerpos y deleitándonos el paladar.
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