El interés del bono español ha marcado un nuevo mínimo histórico al cierre de la sesión por debajo del 2 %, más concretamente en el 1,974 %, después de que la semana pasada el presidente del BCE, Mario Draghi, insistiese en ampliar los canales de intervención si persisten los temores de deflación. Con ello, la prima de riesgo ha bajado a 119 puntos básicos, la tasa menor desde el pasado 13 de octubre, como resultado de la diferencia que exigen los inversores por comprar la deuda española a diez años frente a la alemana al mismo plazo, que cerró en 0,781 %.
El rendimiento del bono nacional comenzó la sesión por debajo del 2 % tras las alentadoras declaraciones de Draghi del pasado viernes en las que se incluía la nueva compra de deuda soberana como medida a tomar y consiguió cerrar la jornada por debajo de ese nivel. Este nuevo mínimo histórico del bono a diez años contribuirá a que la financiación de España sea más barata y llega después de que el ahorro en intereses durante 2013 y 2014 haya sido de unos 13.000 millones gracias al aumento de la confianza de los inversores en estos dos últimos años.
Y es que a mediados de 2012, la deuda española marcaba máximos y el 24 de julio de ese año el bono a diez años llegó al 7,621 % al cierre de la sesión, que comparado con el 1,974 % de hoy supone que el coste de financiación se ha rebajado un 74 %. Según los expertos, a esta nueva bajada del interés del bono español podría sumársele otras en los próximos días, por lo que no descartan que la rentabilidad de la deuda a diez años caiga hasta el 1,5 %.
El nuevo mínimo histórico del bono español llega un día antes de que el Tesoro intente captar hasta 4.000 millones en letras a 6 y 9 meses en la que será la última subasta de noviembre, que se celebra con el 100 % de las necesidades de liquidez para el ejercicio cubiertas.
En el resto de los países europeos considerados periféricos, el riesgo país de Italia caía hasta los 140 puntos, un punto menos que en la apertura; el de Portugal bajaba a 219 puntos desde los 222 previos; mientras que el de Grecia empeoraba hasta 714 puntos tras abrir en 704. Por último, en cuanto a los seguros de impago de la deuda española (credit default swaps o CDS) cotizaban al cierre de la sesión a 156.350 dólares, más baratos que en la apertura de la sesión y por debajo de los 210.020 dólares de los italianos.