Los espectáculos en directo, como conciertos, toros o teatro tendrán un 10 % de IVA solamente. Una entrada de toros de 140 euros, se queda en 121,6. Y una de un concierto de 85, se queda en 73,9 euros. Todos contentos, unos "porque es mejor para el bolsillo" y otros porque "así iremos más y habrá más trabajo".
El cine no se beneficia de esta bajada de impuestos. Los productores, como Ramón Colom, presidente de la federación, argumentan que de cada euro que reciben de subvención, ellos devuelven tres. Más irónico, en Espejo Público, el director Alex de la Iglesia decía que no se lo había planteado, pero "habrá que dedicarse a los toros".
El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha señalado durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que la reducción del IVA a los espectáculos supone aplicar la "parte relativa" del pacto con Ciudadanos y ha indicado que la bajada de este impuesto en el cine es una cuestión que se abordará en el futuro. "El futuro ya lo escribiremos, vamos por partes", ha señalado.
Por su parte, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, ha señalado que el cine cuenta con 70 millones de euros, según la nueva ley de financiación del cine, y ha recordado las "ventajas fiscales" que permiten que el sector cinematográfico nacional se encuentre en "un buen momento" con una cuota de pantalla del 20 por ciento en 2016. "El compromiso es a futuro pero hoy por hoy, los espectáculos lo necesitaban más", ha dicho.
Pero también se había hablado de introducir un nuevo impuesto sobre la bebidas azucaradas, para concienciar sobre la necesidad de consumirlas con moderación. Y, al final, se queda fuera. Sólo Cataluña lo ha aprobado. Costarán hasta un 20 % más caras.
Podrá recaudar la Generalitat unos 40 millones al año. Los consumidores no entienden porque tienen que pagar más allí que en otras partes de España.
