Inversores y analistas han pasado este miércoles pendientes de conocer los movimientos de la deuda. Las primeras alarmas sonaban hacia las nueve menos cuarto de la mañana, cuando la prima de riesgo daba un nuevo susto y alcanzaba los 407 puntos básicos.
Ese momento crítico obligaba a las autoridades europeas a lanzar un mensaje de tranquilidad. Durao Barroso ha considerado claramente "injustificado" el trato que los mercados están dado a España. Al final de la jornada la presión se ha relajado y la prima se ha estabilizado en torno a los 390 puntos.
Este nuevo repunte de la crisis de la deuda soberana estará muy presente mañana en la reunión del Banco Central Europeo. Este organismo no tocará los tipos de interés, según los analistas, y posiblemente se mantendrán en el 1,5%.
España no estará mañana pendiente sólo de lo que diga Jean Claude Trichet. Tiene otra cita importante: El tesoro se enfrenta a un nuevo examen. Hay subasta de deuda pública. Sólo este año, ese sobrecoste supone más de 3.400 millones de euros.