Combustibles
Juan Basanta, patrón: "A los precios que está el combustible pierdes menos dejando el barco amarrado a puerto"
¿A cuánto asciende la factura de salir un día a faenar? Nos embarcamos en Galicia para comprobar, de primera mano, cómo es el trabajo en el mar y cuánto cuesta que el pescado llegue a nuestras lonjas. Hacemos las cuentas del mar, a bordo.
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Son las siete de la mañana. Zarpa del puerto de Burela la flota de bajura. Se desconoce la hora del regreso. En el mar no hay horarios. Esta época del año es la de la campaña de la xarda -caballa- y se navegan millas hasta encontrar el lugar donde pescar.
Nos embarcamos en 'Cabaliño' un pesquero de once metros y medio de eslora. Mientras conversamos con su patrón Juan Basanta, se interrumpe la conversación por un pitio agudo. El sonar da un aviso al que Juan reacciona de inmediato "tenemos que parar que aquí parece que hay algo, a ver si tenemos suerte".
En esta embarcación de pesca artesanal hace un año gastaba al mes 600 euros en combustible, ahora, le cuesta el doble 1.200 euros a los que se añaden otros gastos fijos como los seguros, el mantenimiento del barco y los salarios "tal y como está a día de hoy el combustible estamos mejor amarrados en puerto que aquí en la mar", asegura el patrón al que, como a tantos otros, no le salen las cuentas.
Llevamos tres horas en el mar y, de momento, sin éxito. Ni una caballa ha picado el anzuelo. Volvemos a intentarlo. Esta es la vida en el mar. Se sale a faenar todos los días pero no siempre se pesca. Pero el sentimiento de los pescadores es unánime "no se puede perder la esperanza ni la motivación", nos dice Juan "tenemos que intentar pescar día tras día, para eso venimos. Queremos poner el pescado en las lonjas y en las casas de la gente" aunque consciente de la realidad de cada día "ahora la caballa está a más profundidad y, por eso no pica". En este oficio no hay una jornada igual a otra "si no pescamos en esta zona quizás nos desplacemos más hacia el este que es por donde empieza a desplazarse este pescado, aunque eso me suponga más gastos añadidos".
Sacrificio, dedicación y muchas horas de entrega son necesarias para que el pescado llegue a nuestros mercados y, los precios del gasoil, no hacen más que apretar a un sector ya castigado.
Hoy, tras doce horas en el mar, regresamos a bordo de 'Cabaliño', de vacío.
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