No han fallado ningún lunes en las calles, particularmente del País Vasco. Han vuelto al centro de Bilbao, la escalinata del Ayuntamiento, por última vez este año. Reclaman pensiones de 1.080 euros y, a tono con las fechas, han pedido carbón para los que se oponen a que las pensiones mantengan el poder adquisitivo. Incluso algunos se han disfrazado de los personajes de la Navidad, el Olentzero y Mari Domingui.
Seguirán el año que viene, porque -dicen- "estas movilizaciones demuestran que, aunque sean migajas, poco a poco están teniendo efectos positivos y confirman que sin duda tenemos que seguir con ellas hasta alcanzar nuestros objetivos".