Los exconsejeros de Caja Madrid que han declarado como imputados en la Audiencia Nacional han discrepado sobre el objeto con el que se les entregó una tarjeta opaca de la entidad, si bien han coincidido en afirmar que su "naturaleza" y "uso" cambió con la llegada de Miguel Blesa al frente de la entidad.
Están compareciendo ante el juez Fernando Andreu una decena de imputados, para los que la Fiscalía Anticorrupción está reclamando en la mayor parte de los casos fianzas civiles equivalentes a lo que cada uno gastó con su visa opaca, han informado fuentes jurídicas presentes en la sala de vistas.
En concreto, el representante del Ministerio Público ha exigido fianzas civiles para José Antonio Moral Santín, que cargó 456.552 euros; el exalcalde socialista José María Arteta (137.617); Pedro Bedia (78.200); el expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán, que desembolsó 93.984 euros y que se ha negado a declarar y el socialista Ramón Espinar (173.999).
Por el contrario, no ha pedido cantidad alguna para Juan José Azcona (99.300); Gonzalo Martín Pascual, Guillermo R.Marcos Guerrero (130.947) y Rodolfo Benito (140.600), han informado otras fuentes jurídicas. No obstante, para los dos últimos, que han impugnado los gastos que les atribuyó Bankia en su informe y han alegado que eran de representación, ha reservado la posibilidad de hacerlo más adelante.
A la espera de que finalice la declaración de Ignacio de Navasqües, que cargó 191.981 euros, los que fueran sus compañeros han afirmado que no tenían que declarar sus tarjetas a Hacienda porque Caja Madrid lo debía hacer por ellos.
Varios de ellos, como Arteta, han añadido además que fue "costumbre" que se les permitiera usarla incluso tres meses después de su cese, extremo del que le informó el también imputado José Manuel Fernández Norniella.