Díaz Ferrán ha pasado la noche en comisaría de Moratalaz tras su detención en el marco de la 'operación Crucero' por la que también se han arrestado a nueve personas más.
La Policía ha encontrado un kilo de oro y 150.000 euros en metálico en el registro practicado en la casa del expresidente de la CEOE,que el próximo 27 de diciembre cumplirá 70 años. Según la cotización actual del oro, la cantidad de ese metal precioso encontrada en el domicilio de Díaz Ferrán estaría valorada en torno a los 60.000 euros.
Además de esta suma de efectivo y del lingote el juez Eloy Velasco investiga si Díaz Ferrán trató de ocultar a través de una sociedad interpuesta la propiedad de dos pisos de lujo en Nueva York, un chalet en Calviá (Mallorca) y un yate.
Las operaciones de compra-venta de los pisos de Nueva York se habrían llevado a cabo a través de la sociedad Holdisan Inversiones y sus dos filiales Holdisan Inversiones Nueva York y Holdisan Central Park LLC, que en junio de 2007 adquirieron dos apartamentos en el hotel Plaza de la ciudad estadounidense por los que pagaron, respectivamente, 7,8 y 2,7 millones de dólares.
La representante de las filiales norteamericanas en estas operaciones de compraventa habría sido Marta Díaz, hija de Díaz Ferrán. En marzo de 2010, ambas sociedades constituyeron una hipoteca conjunta sobre las dos propiedades con el Banco Sabadell por valor de 5,7 millones de euros.
Las empresas mayoristas que presentaron la denuncia contra Díaz Ferrán, Meliá, Viajes Iberojet (Orizonia), Pullmantur y AC Hoteles, pidieron al juez la imposición de medidas cautelares para evitar que el empresario vendiera estos apartamentos por valor de 12,9 millones de euros, a través de una agencia inmobiliaria de Nueva York llamada Corcoran Group Real Estate.
Al respecto del yate, ya el pasado 5 de junio el juez Velasco ordenó su bloqueo, que estaba atracado en el puerto de Barcelona, para evitar un intento de traslado de la embarcación.
Díaz Ferrán, detenido junto a otras ocho personas en el marco de la 'operación Crucero', habría ocultado presuntamente su patrimonio vendiendo Marsans a Posibulitum Business, de la que ejercía como administrador el empresario Angel de Cabo, según han informado fuentes conocedoras de la investigación desarrollada por la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional. El empresario podría ser imputado por los delitos de insolvencia punible, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes.