Julio termina siendo el mes con el precio de la luz más alto de la historia

Este mes de julio está a punto de terminar como el mes con el precio de la luz más caro de la historia. El precio de la electricidad se ha incrementado un 12% con respecto al anterior mes de junio, y casi se triplica comparándolo con el mes de julio del año pasado. Ni siquiera durante los fines de semana los precios han bajado un poco, ya que durante todo el mes se han mantenido con importes diarios superiores a 74 €/MWh. Todo esto supone que la factura media se eleve a 72,50 euros pese a la bajada temporal del IVA al 10%. Esto quiere decir que, sin esa reducción del IVA, la factura media ascendería a 79,80 €.

La Organización de Consumidores y Usuarios solicita al Gobierno y a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia que aceleren la toma de medidas para bajar el precio de la electricidad. Señalan que sin la reducción del IVA del 21% a 10%, que de forma transitoria se aplica hasta final de año, la factura habría ascendido hasta los 79,80 €.

Los hogares que sufren el incremento de los precios

Los hogaressufren durante este año un incremento de precio notable en el suministro eléctrico. Esto está está ocasionando que lleguen a acumular durante 2021 (del mes de enero al mes de julio) una factura de 470 euros, frente a los 381,28 euros que un hogar medio acumulaba durante el mismo periodo del año pasado. Esto supone haber desembolsado ya 89 euros más.

¿A qué hogares afecta esta subida del precio de la luz?

Este incremento en la factura de la luz recae de manera directa en los hogares que tienen contratada la tarifa regulada PVPC, y a otras tarifas indexadas al mercado mayorista. Aunque es cierto que la Organización de Consumidores y Usuarios ha detectado también un incremento importante de precios en muchas de ofertas que se ofrecen para nuevos clientes. Son ofertas que, en la mayoría de los casos, se ofrecen con precio fijo, pero su contrato abarca la posibilidad de actualizar los precios cuando la empresa considere oportuno con el preaviso estipulado. De esta manera, el consumidor no tendría garantizada la confianza de contar con un precio fijo asegurado.

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