Justicia

La Justicia ve desproporcionado despedir a un empleado de un supermercado por llevarse productos que se iban a desechar

El Tribunal Superior de Justicia de Baleares ha dado la razón al empleado de un supermercado que fue despedido por llevar a su casa productos que se iban a tirar.

Imagen de archivo de un supermercado

Imagen de archivo de un supermercadoEFE

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El protagonista de esta historia llevaba 17 años trabajando en la misma empresa y en toda su trayectoria ningún superior emitió queja alguna o apercibimiento. Sin embargo, en 2020 fue despedido por quedarse productos del supermercado que se iban a tirar. Ahora el Tribunal Superior de Baleares ha declarado improcedente el despido.

La Justicia ha dado la razón al trabajador de este supermercado de Baleares que ha sido despedido por intentar llevarse a su casa dos bolsas de basura con productos alimenticios que la empresa iba a desechar. La Sala de lo Social del TSJIB ha revocado el despido al considerarlo una medida desproporcionada, teniendo en cuenta que la supervisora anterior había sido permisiva con ese comportamiento y que no hubo advertencias anteriores.

Los empleados no estaban autorizados a consumir los productos destinados a la basura una vez se cerraba la tienda al público. Los artículos caducados se recogen y se arrojan a un contenedor en un almacén, pero la coordinadora anterior era permisiva con la posibilidad de que los empleados se llevasen algo de dichos productos retirados.

La nueva supervisora al tener sospechas de lo que estaba ocurriendo decidió tender una 'trampa' al empleado y le hizo creer que se cogía la tarde libre y que él quedaba al mando. La coordinadora se escondió hasta que por la noche sorprendió al gerente llevando a su coche dos bolsas de basura con productos de alimentación de lo que se iba a retirarese día, por valor de unos 53 euros, y le hizo abrir el maletero.

El empleado lo que se llevaba eran dos botes de piña, varias bandejas de champiñones, ensaladas de pasta y manojos de espárragos. Todos esos productos se iban a retirar esa misma noche. Además, 10 minutos ates retiró tres sobres de embutidos ibéricos.

Al empleado le comunicaron el despido dos días después por infracciones de carácter muy grave. Entre sus argumentos de defensa para impugnar el despido alegó que estaba bien valorado por sus superiores, que no tenía sanciones previas y que había mostrado el contenido del maletero sin tratar de ocultar su comportamiento por lo que rechazaba la acusación de robo.

La empresa por su parte alega que el empleado sabía que estaba haciendo algo prohibido y, de hecho, sostenía que aprovechaba las ocasiones en las que su superior no estaba en el centro de trabajo para llevarse productos de manera subrepticia y antes del cierre de cajas.

Los magistrados dan la razón al trabajador ya que consideran el despido como algo desproporcionado, y además especifican que el valor de los productos no es el que la empresa asigna ya que iban a ser retirados pero su principal argumento es que no existió advertencia previa.

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