DIA, que cumple este año su 40 aniversario, cuenta actualmente con una red de más de 6.100 tiendas y una plantilla de más de 43.000 trabajadores repartidos entre España, Portugal, Brasil y Argentina.
Estas son algunas de las claves que explican la crisis por la que pasa la cadena de supermercados:
- Caída de ventas y beneficios: La empresa ha visto como sus ventas encadenan tres años consecutivos de caídas. Han pasado de rozar los 9.000 millones en 2015 a los 7.288 millones de 2018, un 18 % menos, perjudicadas entre otros factores por el aumento de la competencia en España, donde ha pasado de la segunda a la tercera posición en cuota de mercado.También su cifra de beneficios ha registrado una tendencia descendente, en su caso durante cuatro ejercicios seguidos, hasta registrar 352 millones de pérdidas el último año.
- El desplome bursátil: hace un año se compraban a 3,5 euros, casi seis veces más del precio al que lo hacen hoy a 0,62. Su cotización evolucionó a la baja durante la mayor parte del ejercicio. El derrumbe sufrido en el parqué hizo que la firma fuera excluida del IBEX 35 a finales de diciembre.
- Problemas financieros: sus malos resultados han tenido impacto en el apartado financiero, por lo que el grupo de distribución se ha visto obligado a solicitar a los bancos acreedores el aplazamiento del vencimiento de sus deudas a largo plazo.
- Quiebra técnica: el grupo recalculó el valor de sus activos y comprobó que éstos se habían deteriorado de forma significativa, lo que obligó a provisionar 184 millones de euros. Como consecuencia, su patrimonio neto cayó por debajo de la mitad de su capital social, lo que sitúa a DIA en "causa de disolución" o quiebra técnica.
- ERE: con el actual Consejo de Administración ha puesto ya en marcha un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en España que inicialmente afectaba a más de 2.000 trabajadores y que en su última propuesta rebajaba a 1.536. La negociación con los sindicatos está en curso, aunque ello no ha evitado la convocatoria de concentraciones y protestas.
- Denuncia ante la Fiscalía: los gestores de la compañía informaron de la presentación de una denuncia ante la Fiscalía contra antiguos empleados y altos directivos por su relación con las irregularidades contables detectadas, aunque no facilitó su identidad ni tampoco ha divulgado detalles sobre el proceso.
- Cambios en la cúpula: el delicado momento que vive la cadena de supermercados se refleja también en su gobierno corporativo. Después de siete años en el puesto -desde que en 2011 Carrefour decidiera escindir DIA y ésta empezara a cotizar en bolsa-, Ricardo Currás fue cesado el pasado mes de agosto como consejero delegado. Su sustituto fue Antonio Coto, quien duró en el cargo apenas cuatro meses, hasta su sustitución en diciembre por el actual CEO, Borja de la Cierva. Estos movimientos han ido acompañados de continuos cambios en la cúpula directiva y el consejo de administración.
- Opa de Fridman: el multimillonario ruso Mijaíl Fridman anunció en febrero el lanzamiento de una opa sobre la compañía, en la que entró en julio de 2017 y donde progresivamente fue aumentando su participación a través de la sociedad LetterOne, hasta convertirse en su principal accionista, hoy con un 29 % del capital. Su oferta es de 67 céntimos por título y está sujeta a una serie de condiciones que dependen, en buena parte, de la junta de accionistas de este miércoles.
El consejero delegado de DIA, Borja de la Cierva, ha apuntado este miércoles que el declive del grupo de distribución arrancó en 2016 después de cinco años de éxito de resultados, momento en el que no reaccionó adecuadamente a los cambios del consumidor y justo cuando comenzaron las "irregularidades" detectadas en 2018.