La Justicia avala el despido de un trabajador al que la empresa siguió con el GPS para comprobar que no cumplía con sus obligaciones

Una empresa de distribución de perfumes ha monitorizado la actividad de un empleado a través del GPS de su tablet y ha comprobado que no cumplía con sus obligaciones: cuando decía que estaba en una reunión, estaba en realidad en su casa.

Ahora el Tribunal Superior de Justicia de Asturias avala esta práctica. En la sentencia señala el "incumplimiento reiterado y sistemático de la jornada laboral" del empleado. Además de un "grave fraude", al pasar dietas de comida cuando en realidad se encontraba en su domicilio.

La compañía decidió no sancionarle y le advirtió de su conducta, pero el trabajador no hizo caso de las advertencias y fue despedido.