Muchas veces es difícil distinguir un producto original de una copia. Las marcas denuncian que las falsificaciones les hacen perder 7.000 millones de euros al año y denuncian la pasividad del algunos Ayuntamientos para hacerles frente. Muchos de estos productos falsos pueden ser dañinos para la salud.
En el caso de los perfumes, el alcohol utilizado seguramente sea de uso industrial o provenga de productos tóxicos ilegales. Pueden llegar a producir manchas en la piel, quemaduras, despigmentaciones, alergias, intolerancias o picores.