Leche en polvo
La leche en polvo: el último recurso de los bancos de alimentos
Los bancos de alimentos expresan su preocupación por la escasez de leche en sus almacenes. No descartan en un futuro próximo tener que recurrir a la leche en polvo. Es más barata pero hay que importarla de países tan distantes como Australia o Nueva Zelanda.
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Es un producto de primerísima necesidad pero la leche cada vez escasea más en los estantes de los bancos de alimentos. La situación es tan alarmante que no descartan tener que recurrir alternativas que parecen de otra época.
Pedro Llorca, presidente de la Federación española de Bancos de Alimentos nos adelanta: "Nos planteamos desde los bancos de alimentos tener que recurrir al pasado y recuperar la leche en polvo que en principio es más barata. Hemos hecho un estudio y los brick de litro ahora nos salen por 90 o 95 céntimos y la leche en polvo cuesta 70".
Uno de los inconvenientes es que las fábricas de leche en polvo se encuentran en países tan distantes como Australia o Nueva Zelanda.
La situación de los bancos de alimentos es una consecuencia directa de la crisis energética y alimentaria motivada por la guerra de Ucrania. El aumento de los precios de grano, fertilizantes y combustibles ha provocado la ruina y el cierre de muchas explotaciones ganaderas. Se produce menos leche y más cara.
Pedro Llorca explica que productores venden la leche primero a sus principales clientes, las grandes superficies, y que los bancos de alimentos son el último eslabón de la cadena. La situación es preocupante porque hasta un millón seiscientas mil personas dependen de la solidaridad para comer.
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