Mercado libre o tarifa regulada: ¿a quién beneficia más el límite precio del gas?

La ola inflacionaria que comenzó hace varios meses y que se incrementó desde el comienzo de la guerra en Ucrania (si bien empezó a manifestarse con la pandemia del coronavirus), disparó, sobre todo, el precio del gas y la electricidad; lo que se tradujo en un incremento exorbitante y sin precedentes el precio de los combustibles (gasoil y gasolina) y de la factura de la luz.

Al punto de que los Gobiernos de España y Portugal, amparándose en la llamada "excepción ibérica", propusieron a Bruselas topar el precio del gas, algo que la UE finalmente aprobó y que tendrá, cuando entre en vigor, un impacto considerable en la factura regulada de la luz de millones de españoles.

Este tope al precio del gas implica, en principio, que la factura regulada de la luz será un 30% más barata con respecto a la media de precio alcanzada en lo que llevamos de 2022.

¿Qué tipo de factura tengo?

Cabe señalar, en este punto, que hay dos tipos de facturas: la regulada y la del mercado libre, y la diferencia entre ambas es considerable. Lo ha sido durante la actual ola inflacionista y lo será cuando empiecen a notarse los efectos de topar el precio máximo del gas en unos 50 euros de media durante un periodo de 12 meses.

Para saber qué tipo de factura de la luz tenemos contratada, basta con observar un recibo de la misma. En él se especificará si el cliente está sujeto al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) del mercado regulado o si, por el contrario, disfruta de una tarifa del mercado libre.

La explicación de un experto energético

El tope al precio del gas beneficiará a los primeros y puede, según aseguran muchas empresas eléctricas, que perjudique a los segundos, un 60% de los consumidores de luz de nuestro país, ha explicado este jueves por la mañana en 'Espejo Público' Javier Dasí, experto energético, quien también ha añadido que los que busca el Gobierno con esta medida es beneficiar, principalmente, a los clientes de una factura PVPC, que han sido los más afectados por la inflación hasta el momento.

Las compañías eléctricas sostienen que la diferencia entre el precio tope (50 euros por MWh) y lo que les cueste a las centrales de ciclo combinado producirlo acabará siendo "absorbida" por el sistema eléctrico a través del mercado mayorista.

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